Las reformas tributarias y aduaneras a nivel mundial deben incorporar de manera urgente la igualdad de género. Esto no solo es crucial para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030, sino que también debe ser un pilar en los Planes Nacionales, Estatales y Municipales de Desarrollo en los próximos años.
Las políticas fiscales y los sistemas de ingresos en países de ingresos bajos y medianos tienden a afectar de manera desigual a hombres y mujeres, ya sea por diferencias en sus comportamientos económicos o por patrones sociales profundamente arraigados. Ignorar estos desequilibrios puede perpetuar sistemas fiscales perjudiciales que limitan la participación económica de las mujeres.
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Es fundamental destacar la importancia de incluir la perspectiva de género en las reformas fiscales y aduaneras, dado que esto puede incidir significativamente en la equidad económica.
El Banco Mundial ha señalado que la falta de capacitación y socialización contribuye a la precariedad que enfrentan las mujeres en todo el mundo. Frecuentemente, las mujeres terminan pagando más impuestos simplemente por no comprender completamente las políticas fiscales y aduaneras.
Acciones a implementar
Un primer paso esencial es garantizar el equilibrio de género en las administraciones tributarias y aduaneras. Promover esta paridad es clave para establecer un sistema fiscal justo y equitativo. Urge desarrollar políticas tributarias inclusivas que consideren equitativamente las necesidades de mujeres y hombres.
La inclusión de mujeres en estas administraciones mejora la calidad de los servicios y fomenta el cumplimiento voluntario de las obligaciones fiscales. Por ello, es vital capacitar, reclutar y promover a mujeres en estos espacios para avanzar hacia la igualdad efectiva.
Propuestas del Banco Mundial
El Banco Mundial sugiere varias acciones para fomentar la igualdad de género en reformas aduaneras y tributarias. Recomienda capacitar a funcionarios en temas de género, implementar programas educativos que aborden las diferencias entre contribuyentes (como comerciantes hombres y mujeres), y establecer políticas laborales que aseguren remuneraciones equitativas y un ambiente libre de acoso y discriminación.
Además, se sugiere desglosar los datos por género para identificar y combatir las dinámicas patriarcales, abriendo así el camino hacia una administración tributaria más inclusiva y equitativa para todos.