Desde el pasado martes, México entró oficialmente en la etapa 2 de la contingencia sanitaria por la pandemia del COVID-19. Es decir, los contagios ya se dan de manera local en el territorio, y no son solamente importados de otros países. Los casos han ido incrementando y ya van 6 fallecimientos. En Sinaloa, este miércoles hubo un aumento importante de los casos positivos, pues pasó de 3 a 7.
¿Qué viene para nuestro país y para nuestro estado de aquí en adelante? Por lo pronto, además del cierre de escuelas y las medidas de distanciamiento social, el gobierno federal bajará sus cortinas este jueves y sólo operarán las áreas estratégicas como Seguridad Pública y, obviamente, Salud.
Como lo ha hecho hasta ahora, el gobernador Quirino Ordaz seguramente seguirá la directriz de la Federación, y tomará una medida similar en su administración. Hasta ahora, en el gobierno del estado solamente se permitía ausentarse a adultos mayores, mujeres con hijos pequeños y a personas con enfermedades respiratorias. Pero bien podría anunciarse el cese de actividades no esenciales. Ya lo veremos.
Sin duda, estamos viviendo tiempos inéditos a nivel estatal, nacional e internacional. El cierre de los gobiernos es algo que pocas veces se ve, pero que ante la actual contingencia es más que necesario…
Y ante el enorme reto que tenemos todos enfrente, nos ayudan para nada las divisiones y las actitudes que están tomando algunos gobiernos municipales. Es el caso que ya comentábamos ayer de Mazatlán, donde la administración de Luis Guillermo Benítez insiste en que no se van a cerrar antros, casinos, cines y gimnasios.
Sin embargo, el director de Inspección y Normatividad, Octavio Ruiz Fonseca –muy diplomático, eso sí- le pidió al “Químico” no confundirse y le recordó que la decisión del cierre de estos establecimientos le corresponde al gobierno del estado, sin importar lo que diga el municipio.
De hecho, pese a la negativa del alcalde, la realidad es que muchos de estos negocios ya están cerrados por lo menos desde el lunes. Y aun así, el Oficial Mayor de Mazatlán, insistía ayer en que nada se va a cerrar si no hay orden directa del presidente municipal. Nos preguntamos, ¿para qué seguir con esa postura? La situación es más que compleja actualmente, y esperemos esto quede atrás pronto y estado y los 18 municipios sumen esfuerzos, sin pleitos y confrontaciones…
En medio de malas noticias por aquí y por allá, hubo una muy buena ofrecida esta mañana desde la conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador: finalmente se estableció el precio de garantía de 4 mil 150 pesos por tonelada de maíz, una petición muy sentida que habían hecho los productores sinaloenses.
Y quien estuvo al pie del cañón fue el gobernador Quirino Ordaz, con las gestiones ante el Presidente durante su última visita a Sinaloa en febrero, que aunque fue de paso al final resultó bastante provechosa. También encabezó las gestiones ante el director de Segalmex, Ignacio Ovalle, aunque no hay que desestimar el papel que jugaron los propios productores, así como varios legisladores.
La semana pasada, Ordaz Coppel dijo que era casi un hecho el nuevo precio, pero que el anuncio sería dado en dos semanas. Lo bueno es que no hubo que esperar tanto, porque en 7 días dieron la buena noticia, que viene a ser un respiro. Argumentan algunos que el maíz bien podría tener un precio más alto, pero aclaran que este fue un buen paso hacia adelante, y que en el futuro las condiciones pueden mejorar aún más…
El ayuntamiento de Culiacán hizo oídos sordos a los reclamos que le hicieron llegar por presuntas irregularidades en los plebiscitos de las 17 sindicaturas del pasado domingo, y sin inmutarse el Cabildo puso punto final y dio por válidos estos procesos.
Desde el lunes ha habido acusaciones de malas prácticas en los plebiscitos de Culiacancito, Quilá, Baila, Costa Rica, solo por mencionar algunos. Y ayer, las protestas se dieron en pleno patio de Palacio Municipal, en donde se llevó a cabo la sesión de Cabildo, esto ante las medidas de distanciamiento por la actual contingencia sanitaria.
Pero ni el hecho de tenerlos ahí enfrente hizo que el cuerpo edilicio cambiara de opinión. El alcalde Jesús Estrada Ferreiro argumentó que los inconformes debieron haber hecho las denuncias a la Comisión de Gobernación o los encargados de las mesas receptoras, y en el caso de las acusaciones de amenazas y violencia, tuvieron que haber sido interpuestas ante la Fiscalía del Estado. Pero como no lo hicieron así, indicó, pues suerte para la próxima… Así se las gastan. O peor… Comentarios: [email protected]