En la actualidad, un número creciente de empresas está enfocándose en la creación de departamentos o direcciones dedicadas al bienestar emocional de sus empleados. La pandemia del covid-19 destacó la importancia de contar con colaboradores que posean un adecuado nivel de bienestar emocional, especialmente al evidenciar el estrés significativo que el teletrabajo provocó en muchos de ellos.
La felicidad de un empleado se traduce en un impacto positivo visible: mayor productividad y eficiencia en sus tareas diarias. Sin embargo, en los últimos años, un buen número de organizaciones ha integrado el bienestar emocional como un pilar fundamental en su cultura laboral, buscando herramientas que mejoren el clima en el trabajo.
¿Cuál es el origen de estos departamentos?
El concepto surge en Estados Unidos, bajo la figura del Chief Happiness Officer, impulsado por Chade-Meng Tan, un empleado de Google en Silicon Valley, en el año 2000.
David Tomás, CEO de la empresa española Cyberclick, destaca que los millennials priorizan entornos laborales que fomenten el bienestar emocional. Su famosa cita: “Queríamos tener éxito, pero con personas felices” refleja la importancia de combinar ambas metas. Su libro, “La empresa más feliz del mundo”, es una lectura altamente recomendada para comprender este enfoque.
¿Cómo operan los departamentos de felicidad?
Generalmente, estos departamentos se agrupan dentro de las áreas de Recursos Humanos, dedicándose a identificar y atender las necesidades de los empleados en lo que respecta a su vida familiar y profesional. Este enfoque es fundamental para humanizar el entorno laboral y es la ruta hacia el bienestar integral.
Un ejemplo notable es la cervecera “Mahou San Miguel” en Madrid, que en 2018 creó un departamento específicamente para investigar e implementar proyectos que promuevan emociones positivas entre sus colaboradores, liderado por un “jefe de la felicidad”.
Establecer direcciones o departamentos de la felicidad se considera uno de los desafíos futuros para las empresas, así como la obligación de diseñar ambientes de trabajo que fomenten la felicidad. Países como Inglaterra, Suecia, Suiza, Estados Unidos y Alemania están a la vanguardia de esta iniciativa.
Resulta evidente que un salario competitivo no es suficiente para garantizar la felicidad de los empleados. Por ello, es esencial adoptar nuevas estrategias que humanicen las organizaciones e incluyan el apoyo necesario para el desarrollo personal y profesional de los trabajadores.
La salud mental y física debe ser una prioridad en este siglo.
Fuentes:
• https://www.kleinson.es/departamentos-de-la-felicidad-en-las-empresas-a-que-se-dedican/
• https://www.telva.com/bienestar/psicologia/2021/05/04/60894ed801a2f10f428b4582.html
• https://www.forbes.com.mx/departamento-de-la-felicidad-el-proximo-reto-organizacional/
