Culiacán, Sinaloa.- El crítico lector pregunta sobre el impacto efectivo de columnas como esta. La respuesta es obvia: no podemos competir con las crónicas del mundanal ruido, no tenemos el “rating” del cuasi-amarillismo que se viste de
analítico; menos con la pandemia del morbo y la tontería.
Algunos leen, desde luego, y algo queda del esfuerzo. Cierta recompensa se cuela en el comentario del crítico lector, en la llamada telefónica, en la carta esporádica de aquellos que se identifican con la preocupación compartida. A fin de cuentas, el intento vale la pena, queremos creer.
Decía Don Gustavo D. Cañedo que una mentada de madre se lee hasta en un boleto de camión y cuando los mitotes abundan, los clientes llegan solos, como a las menuderías.
Hace ya casi cincuenta años, en el segundo y último número de la revista “Apunte”, aquella expresión del romanticismo periodístico que compartimos con Salvador Lozano Quintero, escribimos que el camino del éxito desprovisto de ética es ancho y abierto.
LO QUE NO SE PUEDE
¿Qué pasaría si, un día de estos, nos dedicamos a ver cuántas versiones caben en una columna sabiéndolas acomodar? -Tendríamos, se nos dice, más lectores, influencia y seríamos tema del sinquehacerismo cafetero.
Parece que no se puede y menos a estas alturas del partido (con eso de las ideas, los principios, valores y todo eso que hace reír a algunos).
Así las cosas, sólo podemos dar opiniones discutibles asumiendo el riesgo de nuestros juicios; un asunto que, es cierto, en ocasiones se torna engorroso.
Por supuesto, es atractiva la idea de incluir, de vez en vez, una sonora mentada de madre (y no precisamente en boleto de camión).
LA INTENCIÓN NEOCOLONIAL
Para variar, el director ejecutivo para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José
Miguel Vivanco, señala que “el gobierno de Estados Unidos no debería ignorar la catástrofe de derechos humanos que hay en México”.
Es decir, que debería intervenir aquel gobierno en nuestro país para poner remedio a lo que en su propia nación no han podido enfrentar.
Dice Vivanco (que no suele ver lo que en las metrópolis sucede con la constante violación de derechos humanos) que el mandatario federal (mexicano, desde luego) “no sólo ha fracasado en mejorar el desastroso historial de derechos humanos, sino que ha trabajado en deshacer logros en transparencia y el estado de derecho que grupos y activistas lograron desde el fin del régimen de partido único en el país en el año 2000”.
No se va lejos para entender la molestia de Vivanco por la cancelación, o disminución, de “apoyos” a organismos decorativos (muy buenos negocios algunos) que dicen defender los tales derechos y son ciegos y sordos ante los abusos del llamado “primer mundo”.
En cuanto al llamado que hace el “director ejecutivo” de HRW al gobierno de Estados Unidos para que intervenga en nuestro país, eso es muy serio y requiere de una respuesta apropiada.
EN EL TINTERO
-Tiene razón AMLO al señalar que “la Organización de las Naciones Unidas (ONU) mantiene una ‘burocracia dorada’ que no ha hecho nada para enfrentar la corrupción, la desigualdad global
y la distribución equitativa de vacunas contra COVID-19”.
-Y la OMS, que va y viene entre palera de farmacéuticas leoninas y un protagonismo desvaído.
-Lo que pasa en Sonora con los ilegales retenes de todos colores es una vergüenza nacional. Para el tal Durazo, si tiene, y también para las autoridades federales, que se hacen las occisas en ese caso.
-Las cosas, a nivel nacional, se están complicando en demasía con la corrupción y la evidente impunidad. Ni modo de tapar el sol con un dedo.
-Un verdadero viacrucis el que viven nuestros paisanos que vienen a su país: chantajeados, robados, sin solución a la vista.
-Este escribiente tiene años publicando que, sin solución alguna (todos se hacen de la vista gorda) continúa la violación a la Constitución por parte del gobierno en los llamados “retenes”, mismos que propician la criminalidad en lugar de combatirla efectivamente. Al respecto, sólo la desvergüenza oficial. (Ahora sume los que ponen quien se le ocurre, sin que nadie les ponga alto). ([email protected]).