El Consejo Mundial de Boxeo anunció el rompimiento con el portal Box Rec, una plataforma encargada de compilar los combates de todos los pugilistas profesionales en el planeta durante décadas. El estropicio era un secreto a voces y una bomba de tiempo que en cualquier momento iba a estallar, como sucedió desde Uzbekistán donde el organismo que preside el mexicano Mauricio Sulaimán lleva a cabo su convención anual.
Las comisiones de boxeo no solamente en México, sino en varias partes del mundo, no estaban muy cómodas con las condiciones que dicho portal les exigía para publicar los resultados de funciones que sancionaban. Muchos resultados les fueron indiferentes y existen todavía hasta la fecha, pugilistas que reclaman triunfos que quedaron en el escritorio.
Box Rec olvidó su misión y la razón por la que fue creada, e intentó influir en programaciones de promotoras bajo los argumentos de que algunos combates no estaban lo suficientemente nivelados. En este último punto tal vez tengan algo de razón, porque existen empresas que no miden los riesgos que implican enfrentar a un peleador experimentado contra un principiante. Y eso nadie me lo pudo haber contado, porque lo viví como matchmaker y como miembro de un grupo colegiado en Culiacán.
La relación entre el CMB y la plataforma estaba rota desde hace buen tiempo y era obvio este desenlace. El Consejo seguramente habrá trabajado y tendrá lista una competencia para Box Rec, solo así pudo atreverse a tal pronunciación y no dejar desprotegidos a los pugilistas.
Ahora habrá que esperar si los otros organismos (AMB, FIB y OMB) se forman en la fila y deciden dar el mismo paso, lo que arrojaría como resultado el fin de Box Rec y su monopolio.
CONTROL. Hubo un tiempo en que muchas personas tenían la facultad –supuestamente otorgada por Box Rec- para subir resultados al portal. Eso generó que algunos boxeadores se vieran beneficiados con triunfos apócrifos cuya única razón era hacer más abultado su hoja de servicios, porque con un mejor récord se abrían mejores oportunidades de peleas y de bolsas.
Surgieron casos también de peleadores que de repente aparecían con una derrota sin haber peleado y hasta con dos o más fichas técnicas. Recuerdo uno, el de Daniel Morales, boxeador de Culiacán que estaba invicto en 18 peleas, pero de pronto en su foja de servicio se le registró una derrota en Tijuana, combate que nunca sostuvo. Aquí lo que se buscó fue inflar la carrera del “supuesto vencedor” del Danny y su inmaculada marca.
Así se controlaron durante mucho tiempo resultados engañosos.
