Constantemente este ejercicio se repite en nuestras vidas, lo hacemos como algo necesario para inspeccionar lo que se observa tras el reflejo, y por lo regular las autocríticas y el autosabotaje no se hacen esperar. Vemos todos nuestros defectos, en lugar de valorar lo que se esconde en nuestro rostro, las sonrisas perdidas, las miradas soñadoras, la belleza interior.
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Enfocamos nuestra atención en lo superficial y no nos damos cuenta de que tras esa máscara se encuentra tu mejor versión que se muere por salir, pero que solo asoma la cabeza porque la escondemos por el miedo que nos causa no ser aceptados.
Preferimos fabricarnos una imagen acorde a los estándares establecidos, todo con tal de agradar a los demás. Pero, ¿qué hay de nosotros? ¿En qué lugar queda lo que nosotros deseamos? En último lugar, como siempre ¿verdad?
Pues permíteme decirte que ya es tiempo de que dejes de pensar en todos menos en ti y pongas manos a la obra para restaurar la maravillosa persona que siempre fuiste y que puedes seguir siendo.
Recuerda que un mundo te espera allá afuera y que está deseando recibirte con los brazos abiertos, porque el hecho de que no hayas sido aceptado por unos cuantos, no significa que lo que habita en ti no valga la pena, por el contrario, eres como un diamante edición limitada, único y espectacular, que no necesita de nada, ni de nadie para brillar con luz propia.
Así que ya basta de encerrarte en tu caparazón, sonríe, luce tus mejores galas, sé tú mismo y hazle frente a la vida con la genialidad que te caracteriza.
Soy Keyra Payán y te invito a seguirme en redes sociales como Tu mejor versión ¡Te espero!