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¿Cómo me doy cuenta si sufro de dependencia emocional?

Cómo detectar si sufres dependencia emocional Por lo general pensamos que puede ser muy fácil controlar lo que sentimos por una persona, una situación o una...

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Cómo detectar si sufres dependencia emocional

Por lo general pensamos que puede ser muy fácil controlar lo que sentimos por una persona, una situación o una cosa, presumimos de que somos capaces de poder soltar y dejar ir a voluntad cuando así lo queramos y hasta podemos llegar a creer que no tiene por qué afectarnos y vivimos con ese concepto erróneo hasta que llega el momento de perder aquello que más amamos, sentimos que algo se rompió en nuestro interior, sentimos que el alma se nos ha quebrado, sentimos que la soledad y la oscuridad invaden nuestra vida, sentimos que todo ha terminado y que todo ha quedado destruido, sentimos que nuestra vida se detiene, o que ya no vale nada y que todo pierde sentido, pero la verdad de todo esto, es que en función de la calidad de esos pensamientos distorsionados se va formando una nueva realidad que tiene un nombre, se llama Codependencia emocional.

No es posible creer que, si alguien se va de tu vida, la tuya terminará en ese momento, o te irá mal si no le haces caso, o sientes que no podrás sobrevivir sin esa persona. Has vivido tan apegada o apegado y pendiente de atender todos sus deseos porque sentías miedo de contradecirlo por temor de que se enojara y te abandonara. Preferiste quedarte callada cuando no supiste decirle que sus conductas te lastimaban. Dejaste de expresar tus emociones cuando sabías que eran diferentes a las de tu pareja. Siempre tenías que hacer algo o dar algo para ser aceptada. Hiciste a un lado tus valores y tus propias convicciones para aceptar las de tu pareja, te humillaste, te devaluaste, te auto-saboteaste, te limitaste y te anulaste… Y, sin embargo, te puedo asegurar que nada para él fue suficiente, y en cambio a ti te estaba matando, pero no supiste o no quisiste darte cuenta a tiempo, y aún si te hubieses dado cuenta, no hubieras podido hacer nada para evitarlo porque voluntariamente convertiste tu vida en un trapo, en un mueble, en una cosa de su propiedad.

La codependencia emocional es una especie de adicción, una droga mental que te neutraliza y te aferra de forma enfermiza a algo o a alguien, no te deja funcionar de manera autónoma, estás apegada, no concibes la idea de ser tú misma, ni te crees capaz de realizar las cosas por ti misma, o de tomar decisiones sin tener que depender del otro o consultar las opiniones del otro o de alguien más. Es una especie de inseguridad extrema tan arraigada que te lleva al miedo de soltar, de dejar ir, de decir adiós. No sabes decir NO, y tampoco puedes defender tus ideas e ideales porque sientes que no tienen valor o que no son importantes o que te lo cuestionarán o te lo rechazarán. ¡Puro daño en tu autoestima! Y encima de todo, todavía te preguntas ¿Por qué no puedo dejar de amarle?, ¡Eso no es amor!, es una distorsión del concepto de amor, es una relación que nada tiene que ver con el amor verdadero sino con puras necesidades. Se vuelve una relación sólo de necesidades.

Es muy distinto decir: “Te amo porque te necesito”, que decir: “Te necesito porque te amo”. La primera es como decir: “Ay, te amo porque te ocupo” ¿Nada más por eso? ¿Crees amar a tu pareja sólo porque lo necesitas para que te resuelva la vida?, -Hey- ¡Eso no tiene nada que ver con el amor!, es una relación de necesidades, mientras me des lo que ocupo te quiero y si no me das lo que necesito pues dejo de amarte ¿Verdad? ¡Pues no!

Tengamos claro que nadie le pertenece a nadie, y que nadie está en este mundo para cumplir nuestras expectativas, ni estamos nosotros en este mundo para cumplir las expectativas de nadie como dijera el Dr. Fritz Perls, creador de la Terapia Gestalt, porque cada persona es absolutamente individual, cuando llegamos a este mundo venimos solos y cuando nos toque regresar, también nos iremos solos, no podremos llevarnos a nuestra pareja, ni a nuestra casa, ni a nuestros hijos, ni nuestro coche, ni nuestros muebles ni nuestro trabajo, ¡No podremos llevarnos nada, ¿Entonces por qué nos apegamos tanto a las cosas y a las personas si solamente estamos de paso por esta vida?. Y bueno; es cierto, esto podría parecer frío, indolente o pasivo, pero es la verdad, ni los hijos le pertenecen a los padres ni los padres les pertenecen a los hijos y mucho menos le pertenecemos a nuestra pareja. Es nuestra pareja porque así lo decidimos para formar una familia, para tener una estabilidad, una pertenencia, un estatus ante la sociedad, sin embargo, seguimos siendo individuales y tenemos derecho a seguirlo siendo, aun viviendo dentro de una relación de pareja, le guste o no a nuestra pareja.

Pero veamos la dependencia desde dos dimensiones: La Dependencia Instrumental y la Dependencia Emocional. La primera se caracteriza por la búsqueda de apoyo social, falta de iniciativas propias y dificultad para tomar decisiones; la emocional, a su vez, se caracteriza por demandas afectivas excesivas y relaciones de pareja desequilibradas por la idealización y la sumisión a la pareja. Esta segunda dimensión de la dependencia, se ha definido como un patrón persistente de necesidades emocionales que intentamos satisfacer de manera inadaptada con otras personas.

Las causas de la dependencia emocional son variadas, pero se les atribuye a las experiencias de la primera infancia. Cada individuo viene al mundo poseyendo una disposición al apego y depende para su supervivencia de algunas personas que le suministran los cuidados, y es por ello probable que tales personas se conviertan en “figuras de apego”. El tipo de apego que cada individuo desarrolle posteriormente dependerá de sus experiencias con esas primeras figuras de apego.

En conclusión, es todo un fenómeno psicopatológico que lleva al individuo a una indefensión aprendida que le causa mucho dolor, desadaptación y sufrimiento que muchas veces ni a pesar de todo eso, está dispuesto a soltar, y si lo suelta, se buscaría otra figura de apego inmediatamente por miedo a la soledad.

Si estás viviendo una situación similar y no sabes cómo salir de ella, acude a tu psicólogo para que aprendas a potenciar tus recursos personales y puedas dimensionar tu valiosa vida, con la firme convicción propia de que, sobre tu cuerpo, sobre tu mente y sobre tu vida, ¡Solamente decides tú, y nadie más!

Si tienes algún comentario o estas interesado en iniciar un proceso de terapia, envíame un mensaje de Whatsapp al 6671313403.

Juan José Díaz – Psicólogo, psicoterapeuta e hipnosis clínica. Facebook: https://www.facebook.com/sensumpsicologiaycrecimiento/

Fuente: Internet

Fotografía de perfil de Juan José Díaz Iribe

Juan José Díaz Iribe

Columnista

Juan José Díaz Iribe

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