La Liga Mexicana de Beisbol llegó a su último mes de competencia regular –restan siete series- y el control absoluto en el bateo individual es totalmente de los extranjeros. ¿Y cómo podría resultar de otra forma, cuando todos sabemos que los importados parecen ser los propios nativos, ya que se cuentan hasta con los dedos de una sola mano en cada equipo?
Mire usted, en un top de los primeros 10, microscópicamente aparece un elemento local entre los que aspiran al título que parece tener casi en la bolsa el dominicano Robinson Canó. El exligamayorista comenzó el martes con un increíble porcentaje de .457, como único jugador que puede darse el gusto de rebasar la línea de los .400.
El único mexicano en ese top es Fernando Villegas (Saraperos de Saltillo) que con su .357 comenzó la jornada del martes en la novena posición. Y buscando casi con una lupa, encontramos a otro azteca, Keven Lamas (también de Saltillo) dentro de los primeros 20 con un nada despreciable .347 en el décimo quinto casillero.
La exagerada admisión de importados por equipos arroja por lógica que los pocos elementos nacionales puedan figurar en un departamento tan importante. Ni hablar de los casilleros de cuadrangulares y carreras producidas, en donde ya se hizo costumbre que los extranjeros vengan a conquistar esos campeonatos en los últimos años.
Lo mismo sucede con el pitcheo, donde el exligamayorista Trevor Bauer llegó para dominar todos los casilleros, principalmente los de ganados y perdidos (10-0), efectividad (1.78) y ponches (117) que le han permitido subirse al camión que lo llevará directo a la triple corona.
Y aquí, como para aplaudirle a David Reyes (Veracruz) por ser el único compatriota que tiene el privilegio de estar entre los primeros diez en cada uno de esos tres departamentos.
Lejos ha quedado entonces aquellos tiempos en que los mexicanos tenían el control de los principales casilleros en pitcheo, porque también son escasos los brazos locales que recibieron la oportunidad de mantenerse en una Liga que parece no cambiará su formato de inscripción en el rubro de importados, al menos a corto tiempo.
Que no les extrañe ver una serie final en la que solo un mexicano, o tal vez ninguno, pueda estar sobre el terreno de juego.
Esta liga que se autoproclamó siempre como formadora y desarrolladora de talentos locales, también ha quedado en el pasado. Entonces eso de Liga Mexicana de Beisbol tendrá que modificarse y buscársele otro nombre. ¿O no?