Si usted sufre de insomnio, no acuda al médico ni tampoco consuma medicamento alguno. Le recomiendo ver la repetición del combate entre Shakur Stevenson y Edwin de los Santos, estoy seguro que le hará muy buen efecto y lo dormirá en un abrir y cerrar de ojos.
El combate que ofrecieron estos dos pugilistas en una batalla bastante publicitada y prometedora, fue horrible, horrible en verdad. Y creo que me quedo corto con ese término. Esperaba que en cualquier momento el referee les llamara la atención o que el comisionado en turno ordenara que los bajaran ante el sonoro reclamo de la multitud que pagó un boleto para tan inmerecida exhibición.
Stevenson está considerado entre los diez mejores boxeadores libra por libra, pero la noche del jueves en Las Vegas lo que vimos por la pantalla chica fue un auténtico fiasco, por no decir un fraude. Nunca hubo un golpe de poder, siempre fueron cautelosos, temerosos y hasta miedosos. Así como empezó, terminó el combate.
Para combates tan ridículos y somnolientos como este debería de existir una regla que los castigue, como cuando aparece un cabezazo intencional u otro golpe prohibido. La afición habría salido más contenta del escenario si los hubiesen bajado.
Shakur y De los Santos denigraron el boxeo con su actuación. El título ligero del CMB, siento yo, debió haber quedado vacante y en la mesa dispuesto para otros dos auténticos guerreros que merecían esa oportunidad.
Desgraciadamente en este deporte suceden a menudo encuentros para nada interesantes. El boxeo se ha vuelto un circo en esas esferas donde el mayor protagonista ha sido el “Canelo” Álvarez, cuyas actuaciones siempre terminan con muchas dudas.
Esperemos que a los promotores no les interese realizar una revancha, porque entonces sí, la dosis sería muy letal y dañina para la salud.
RESURGE. Carlos Cuadras volvió a conquistar un cinturón verde y oro. Derrotó al también sinaloense Pedro Guevara en una eliminatoria cuyo premio era obtener el título interino supermosca del Consejo Mundial de Boxeo.
La veteranía y experiencia de Cuadras fue un factor fundamental para salir con el brazo en alto en un resultado que terminó con fallo dividido, cuando en lo personal lo vi ganar con diferencia de tres puntos. Las dos caídas terminaron siendo claves y Carlos tiene ahora otro motivo para darle continuidad a una carrera que ya va en descenso, como también la del mazatleco a quien tal vez se le fue su última oportunidad de volver a ceñirse un cinturón.
