Sinaloa.- A tres años de su gobierno, el Presidente de la República mexicana Andrés Manuel López Obrador, actuando quijotescamente ignora los “ladridos de los perros”, y transita por la geografía nacional, sin aparente pena, y menos congoja.
Mientras ello ocurre, la popularidad de AMLO sigue encumbrada, lo que desde luego preocupa y ocupa a su desarticulada oposición.
AMLO gobierna desde México para el mundo, dejando al parecer los temas internacionales en manos de su canciller Marcelo Ebrard.
Que trabaje el buen Marcelo, pareciera ser la premisa del presidente mexicano. Y es que AMLO le apuesta a lo suyo; La comunicación y el contacto directo con el pueblo de México, sabedor que esa es la herramienta que le suministra popularidad y fuerza política.
El diálogo y el acercamiento del Presidente con la gente, son sin duda el agua y el alimento para saciar la sed y el hambre de justicia social que por varias décadas había estado clamando y reclamando el pueblo de México.
AMLO lo sabía, lo sigue percibiendo y lo explota, aplicando y replicando día tras día las frases de repudio hacia el antiguo régimen, y entregando los datos triunfalistas de su mandado que el pueblo quiere escuchar.
Y así lo hace, ante el evidente desespero y coraje de sus opositores por no poder convencer al grueso de la gente que los dichos del Presidente son erráticos y falsos. Y es que la oposición ha perdido la confianza y la credibilidad en la palabra de la clase política opositora al gobierno de López Obrador.
Las perdieron hace mucho tiempo, y no las pueden recuperar, según observamos, lo que los mantiene al borde de la histeria. Se trata de una oposición que en su búsqueda por combatir la fuerza política de AMLO, ha perdido infructuosamente tres valiosos años, dejando correr y crecer libremente al aguerrido, inteligente y astuto Presidente.
Por cierto, creo que en la manera de actuar del mandatario tabasqueño, se observa cierta similitud con la que caracteriza a ese animal del monte llamado Coyote, cuya astucia para cazar a sus presas es relevante, según el criterio de los rancheros de viejas épocas.
Sí, me refiero desde luego al aguerrido y astuto animal, aquel que de manera habilidosa encontró siempre la forma de robarle las gallinas al más quisquilloso de los rancheros.
¿Similitud entre AMLO y el COYOTE?; En efecto, porque son portadores ambos, (Hombre y animal) de la virtud de saber y poder cazar a sus presas mediante la combinación de la astucia, la paciencia, la prudencia y el encanto.
AMLO “robando” adeptos a los partidos antagónicos, y el coyote, alimentándose de la rica carne de las emplumadas aves de corral.
Para entender la comparación entre los dos habilidosos entes, habría que haber visto lo que ocurría en décadas pasadas, cuando el famoso coyote (No me refiero al cantante), lograba cazar las gallinas de los ranchos, pese a que las emplumadas dormían encaramadas en lo alto de las ramas de los árboles silvestres para protegerse de sus ataques.
Y es que, las plumíferas, no contaban con la astucia de los coyotes en su lucha por cazarlas.
El felino primero aullaba, para atemorizar a la presa, y enseguida, de manera paciente daba vueltas continuas alrededor del tronco del árbol hasta lograr que las gallinas se atarantaran y cayeran al suelo.
De ahí, de la madre tierra, las temblorosas emplumadas eran llevadas a las coyoteras, para la consabida degustación.
AMLO nuestro Presidente, no aúlla como los coyotes, pero utiliza el cántico de su pausado y persistente discurso para cautivar y embelesar a propios y extraños.
Propios, son los simpatizantes incondicionales, y los extraños, serían los que, al igual que las gallinas del coyote, caen doblegados ante las redes del embrujo y encanto de los privilegios y el poder presidencial.
Expuesto en otro contexto, diría que, los colores azul, verde, blanco, y rojo, lo mismo que amarillos, verdes y naranjas representan el arco iris político, cuyos colores se siguen fundiendo para dar colorido y fuerza al marrón, en aras de lograr juntos darle una mayor belleza al cielo mexicano.
Esa parece ser la ruta trazada por el hombre que manda en nuestro país y que tanta similitud guarda con el habilidoso y legendario coyote… Claro, similitud en materia del robo de sus respectivos objetivos…Nos vemos enseguidita.