Tenemos finalistas en la Liga MX. América y Cruz Azul o Cruz Azul vs América han cruzado esa línea para llegar a un partido en el que estará en juego algo más que un título, bajo una rivalidad ya de muchos años que ha convertido estas confrontaciones en un clásico que algunos llaman el más joven.
El pobre futbol mostrado en la ronda de semifinales para ambos ojalá haya quedado en el olvido y conviertan esta batalla en una lucha digna de una final. América dejó fuera unas Chivas que no supo anotar en sus últimos tres partidos de liguilla, en tanto que la “Máquina” llegó por la puerta de atrás perdiendo con los Rayados y sacando provecho de su mejor posición en la tabla.
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Como haya sido, los dos cuadros capitalinos suelen transformarse en una serie por el campeonato. El orgullo los cambia, y esta vez no será la excepción, porque existen recuerdos que claman venganza para unos y placer para otros.
Con esta que será la quinta final entre ambos (3-1 a favor de las Aguilas), viene a la memoria de inmediato la última batalla entre ambos, que resultó épica, de mucha tensión y dramatismo. ¿La recuerdan?
Sucedió en el 2013, cuando el arquero Moisés Muñoz anotó con remate de cabeza al minuto 94, prácticamente en la última jugada del partido para igualar los cartones 2-2 global y enviar a la definición del juego por la vía de los penaltis que América terminó ganando 4-2.
Recuerdo todavía aquel drama en el que perdiendo 0-1 (0-2 global) y con un hombre menos por la expulsión de Jesús Molina al minuto 15 del primer tiempo, el Azteca explotó cuando Aquivaldo Mosquera anotó en un remate de cabeza el gol que les daba vida.
Casualidad o coincidencia, pero ese juego se realizó un 26 de mayo, el mismo día que habrán de definir esta vez el partido de vuelta y en el mismo escenario.
Casualidad o coincidencia, pero aquella vez el arquero del América era un michoacano que había jugado con el Morelia. Esta vez habrá otro michoacano, Luis Ángel Malagón, que también jugó para esa escuadra.
Ojalá que esta final sea como la del 2013, con ese cúmulo de emoción y drama.
¿RETIRO? Javier Hernández quedó a deber a las Chivas en su regreso al equipo que lo vio nacer futbolísticamente. Un solo gol fue su aportación, dejando muchas dudas que lo aproximan más a un retiro digno que la continuidad.
La contratación bomba del rebaño arrojó dividendos, pero solo en mercadotecnia al generar miles de pesos por ventas de camiseta. Sobre el campo de juego enseñó un pobre papel nada digno para un referente del gol tanto en Europa como en Estados Unidos.
Los años ya le cobran factura, y nada raro sería que el dueño de las Chivas lo pueda empujar a retirarse. Chivas tiene otros jóvenes con mayor proyección y no debe vivir del pasado, de nombres y ni de hazañas.
