Las relaciones amorosas pueden ser una fuente de felicidad y bienestar, pero también pueden convertirse en una fuente de dolor y sufrimiento cuando se vuelven tóxicas y enfermizas. Salir de una relación así puede ser difícil y doloroso, pero es necesario para recuperar la salud emocional y mental.
En este artículo, quiero compartir contigo los signos de una relación enfermiza y cómo reconocerlos, así como los pasos prácticos que puedes tomar para salir de ella de manera segura y saludable. Desde establecer limites claros, hasta buscar apoyo emocional.
¿Cómo sé que estoy en una relación enfermiza?
Identificar una relación así puede ser difícil, ya que a menudo las personas involucradas pueden estar en negación o justificar el comportamiento de su pareja. Sin embargo, hay ciertos signos que pueden indicar que una relación es enfermiza.
Uno de los signos más comunes es el control. Si tu pareja intenta controlar dónde estás y con quién sales, revisa tu teléfono celular o correo electrónico sin permiso, evita que veas a tus amigos o familiares, o te dice que no puedes hacer ciertas cosas, es posible que estés en una relación enfermiza. Otro signo es la violencia física, verbal o emocional. Si tu pareja te lastima física, emocional o sexualmente, es importante buscar ayuda.
La falta de respeto también es un signo de una relación tóxica o enfermiza. Si tu pareja te humilla enfrente de otras personas, te menosprecia, te miente, te esconde información, rompe promesas, es celoso o tiene otras relaciones amorosas o sexuales, es posible que estés en una relación enfermiza. Los celos también pueden ser un signo de estar en una relación tóxica. Si tu pareja es posesiva, celosa y obsesiva, controla cuándo sales y dónde te diriges, o lo que estás haciendo y con quién te encuentras, también es signo de que pudieras estar en una relación de este tipo.
Las relaciones sanas hacen que te sientas bien contigo mismo, mientras que las relaciones enfermizas no. Si estás experimentando sentimientos de miedo, temor, falta de esperanza o incluso odio hacia tu pareja, es posible que estés en una relación enfermiza y es importante buscar ayuda y apoyo de amigos, familiares o profesionales capacitados.
A continuación, quiero compartir contigo siete consejos para salir de una relación de este tipo:
1. Reconoce que estás en una relación enfermiza
El primer paso para salir de una relación enfermiza es reconocer que estás en una. A menudo, las personas en relaciones enfermizas pueden negar o minimizar los problemas en la relación. Es importante ser honesto contigo mismo y reconocer que la relación no es saludable.
2. Busca apoyo
Salir de una relación enfermiza puede ser un proceso difícil y doloroso. Es importante buscar apoyo de amigos, familiares o un terapeuta. Hablar con alguien de confianza puede ayudarte a procesar tus sentimientos y a obtener una perspectiva externa.
3. Establece límites
Es importante establecer límites claros en la relación. Esto puede incluir límites sobre el tiempo que pasas juntos, la forma en que te hablas y lo que estás dispuesto a tolerar. Establecer límites puede ayudarte a protegerte y a mantener tu salud emocional y mental.
4. Aprende a decir “no”
En una relación enfermiza, es común que una persona se sienta obligada a hacer cosas que no quiere hacer. Aprender a decir “no” es importante para establecer límites y proteger tu bienestar emocional y mental.
5. Haz cosas que te hagan feliz
Es importante hacer cosas que te hagan feliz y te den una sensación de bienestar. Esto puede incluir actividades como hacer ejercicio, leer un libro o pasar tiempo con amigos. Hacer cosas que te hagan feliz puede ayudarte a mantener una perspectiva positiva y a reducir el estrés.
6. Busca ayuda profesional
Si estás luchando para salir de una relación enfermiza, puede ser útil buscar ayuda profesional. Un terapeuta puede ayudarte a procesar tus sentimientos y a desarrollar estrategias para salir de la relación de manera segura y saludable.
7. Sé amable contigo mismo
Esto significa reconocer que todos somos humanos y falibles de alguna manera, y actuar en consecuencia. En lugar de reprendernos a nosotros mismos cuando las cosas no salen como las planeamos, se trata de tratarnos a nosotros mismos con amabilidad y compasión.
En conclusión, terminar una relación puede ser un proceso difícil y doloroso, pero es importante hacerlo de manera saludable y respetuosa. Tomarse un tiempo para hacer el duelo de la relación es fundamental, ya que no solo se pierde lo que se tenía en la relación, sino también lo que se esperaba que pudiera ser. Es importante plantearse bien lo que se quiere y estar seguros de la decisión antes de tomar la decisión de terminar.
Recuerda también que terminar una relación es un proceso personal que depende de muchas circunstancias y que requiere tiempo y cuidado.
Te agradezco cualquier comentario acerca de esta columna y si crees necesitar acompañamiento psicológico profesional con respecto a este tema o conoces a alguien que lo necesite, contáctame a través de este link: https://heylink.me/JUANJOSEDIAZ
Gracias, te dejo un abrazo.
