En el peor momento de los partidos que hoy integran la alianza “Va por Sinaloa”, en 2018 lograron sumar poco más 557 mil votos en la elección por las presidencias municipales. El PAN 132 mil 800, PRD 24 mil 600 y el PRI 400 mil 100.
Mientras que Morena y Partido Sinaloense, que ahora van juntos en la mayoría de los municipios en cuanto a alcaldías, obtuvieron 518 mil 600 sufragios. 439 mil el primero que estuvo en su mejor momento, y casi 80 mil el segundo, en su peor momento desde su fundación.
En tanto que para la elección para diputados locales por mayoría relativa Morena y PAS sumaron cerca de 593 mil votos. 85 mil 788 el PAS y casi 507 mil Morena.
En esa elección los candidatos a diputados por el PRI obtuvieron 311 mil 689 votos, los del PAN 142 mil 624 y los del PRD 27 mil 726. Sumaron los tres 482 mil sufragios.
Resulta interesante las diferencias en votos de cada una de las fuerzas en cuanto a la elección para las alcaldías y las diputaciones, pero un factor que influyó seguramente fue la distribución de esas candidaturas que se hizo entre Morena y quienes fueron sus aliados en 2018.
En donde si la votación para Morena y sus aliados ese año se disparó fue en cuanto a la elección presidencial, donde el respaldo de los sinaloenses a Andrés Manuel López Obrador fue arrollador, sin que sea como dicen ahora algunos candidatos en campaña, que fue el estado donde el porcentaje de votos a su favor fue el mayor en el país.
Resulta interesante el análisis de estas estadísticas, pero siempre bajo la premisa de que cada elección es diferente.
Cada quien puede darle la lectura que quiera, pero hay que tener en cuenta factores como que en 2018 la participación ciudadana para la elección de alcaldes fue de 60 porciento y para diputados locales 61 porciento. Muy alta, si se compara con la elección local inmediata anterior, la de 2016, en la que la participación ciudadana para alcaldes fue de 48.41 porciento y para diputados 49.25 porciento.
Los partidos y los candidatos tienen ahora el reto de estimular la participación, con el agravante de que la pandemia sigue y la motivación hasta ahora no se observa muy entusiasta.
