México.- En cada día del año, la Iglesia Católica celebra a uno o varios santos, reconociendo su vida de fe, sacrificio y virtudes cristianas. Estas festividades, conocidas como onomásticos o días de los santos, honran a mártires, confesores, vírgenes y otros modelos de santidad que han dejado un legado espiritual.
Este sábado 29 de marzo se conmemora el día de San Ludolfo de Ratzeburg, un obispo y mártir alemán del siglo XIII, quien nació alrededor del año 1170 y se convirtió en monje premonstratense antes de ser designado obispo de Ratzeburg en 1236.
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Se destacó por su defensa de los derechos de la Iglesia frente a la interferencia de los gobernantes seculares, lo que lo llevó a ser perseguido y encarcelado por el duque Alberto I de Sajonia. Como consecuencia de los malos tratos sufridos en prisión, murió en 1250.
¿Qué milagros se le atribuyen?
A San Ludolfo se le atribuyen varios milagros, principalmente relacionados con la sanación de enfermos y la protección de quienes enfrentan injusticias o persecuciones. Se dice que después de su muerte, su tumba fue lugar de numerosas curaciones milagrosas.
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¿Por qué se le reza?
Los fieles le rezan principalmente para pedir fortaleza en tiempos de persecución, justicia ante las adversidades y protección contra la opresión. También es invocado por quienes buscan consuelo en momentos de sufrimiento y enfermedad.
Y es que la valentía y firmeza de San Ludolfo de Ratzeburg en la defensa de la iglesia, lo llevaron a ser venerado como un mártir, por lo que todavía hoy muchos buscan su intercesión.
