MÉXICO.- En México la puntualidad es un punto de debate que se discute, se dice que somos uno de los países con más retardos en el mundo mientras que la ciudadanía adjudica esto a la ineficiencia del transporte público en muchas ciudades, por lo que las empresas suelen descontar dinero del sueldo a sus trabajadores por llegar tarde a laboral.
Aunque es una práctica muy común en todo México, no está demás decir que los retardos incluso pueden ser un motivo de despido en algunas empresas que endurecen las normas sobre llegar tarde al trabajo, para incentivar a que los empleados cumplan con las horas establecidas para desempeñar su empleo aunque esta práctica no sea del todo legal.
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Para maquillar un poco la práctica de descontar dinero por llegar tarde al trabajo, las empresas aplican algo conocido como ‘bonos de puntualidad’ mismos que se traducen como un porcentaje de tu salario que sólo será accesible para ti si cumples con tu hora de la llegada que se estableció en tu contrato.
Cuando los trabajadores llegan tarde pierden este bono, que se traduce en la pérdida de otros bonos como el bono de productividad y lo que genera una gran laguna en sus ingresos mensuales de los cuales se ve beneficiado el empleador, en una práctica absolutamente desleal que llega a descontar dinero que evidentemente ya se ganaron.
Aunque con las condiciones implementadas por la llegada de la pandemia a México, como el homeoffice, se redujo el porcentaje de personas que llegaron tarde al trabajo, con la reactivación económica en curso, es lógico que millones de trabajadores regresen a sus centros laborales, aumentando en si el riesgo de llegar tarde a la oficina.
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De acuerdo con la Ley Federal del Trabajo esta práctica está completamente prohibida, de hecho, los descuentos en los salarios de los trabajadores están prohibidos aunque sea por llegar tarde al trabajo. Aunque, los retardos podrían desencadenar en un despido como reza el artículo 47 de la LFT.
Es causa de rescisión de la relación de trabajo, sin responsabilidad para el patrón si: el trabajador tiene más de tres faltas de asistencia en un periodo de treinta días, sin permiso del patrón o sin causa justificada.
