México.- Poco después de que Ursus, el oso baleado en Nuevo León, fuera trasladado a hasta la Fundación Invictus en Hidalgo, se revelaron los resultados de nuevos estudios médicos, los cuales evidencian que el animal aún tiene dos balas alojadas en su cuerpo, lo que claramente pone en peligro su vida.
De acuerdo con lo informado por Erika Ortigoza, directora Ejecutiva de la fundación, el pequeño oso de siete meses de nacido enfrenta una situación delicada, ya que una de las balas fracturó su vertebra y quedó atrapada en la médula espinal, lo que no le permite tener movilidad en sus extremidades traseras. Además, la otra bala lesionó el pulmón y se alojó en la costilla.
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Pero eso no es todo, ya que al realizar la primera valoración del estado de salud del ejemplar y hacerle una limpieza profunda de las extremidades que arrastraba para desplazarse, se descubrió que, en su afán por seguir a su madre y sus hermanos mientras estaba herido, el osezno prácticamente acabó con los músculos y tendones, por lo que tiene los huesos expuestos y la cabeza del fémur rota.
Pese al devastador pronóstico de Ursus, la directora de la Fundación Invictus argumentó que el grupo de especialistas en Pachuca, Hidalgo, continúan haciendo todo lo posible por mejorar la condición del oso con medicina integral regenerativa y ortopedia de alta especialidad, así como atención las 24 horas del día.
Por otro lado, detalló que el oso que actualmente tiene un peso de 16.9 kilogramos, está recibiendo una dieta natural, alta en fibra, pollo y huevo, en tanto se obtienen los resultados de laboratorio para conocer en qué condiciones se encuentran sus riñones y poder proporcionar otro tipo de alimento.
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La población general se mantiene al tanto de la evolución del oso baleado en Nuevo León, así como también esperan que las autoridades logren localizar a los responsables de tal barbaridad y los hagan responder ante la justicia.
