Guerrero. Es común que cada determinado tiempo el Ejército Mexicano realice el canje de armas, a cambio de otros beneficios a los ciudadanos, esto bajo la finalidad de prevenir; pues el tener armas en los hogares finalmente representa un riesgo.
Esta dinámica llegó por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a Chilpancingo, Guerrero, donde sorprendió que una mujer, ama de casa, llegó a intercambiar una granada de fragmentación, dos bombas de mortero, 36 balas de bajo calibre y otro material bélico.
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Aún más resultó de la sorpresa de los militares que la mujer trasladó todo esto en una bolsa de mandado y a parte en el transporte público. Todo esto lo llevó sin ninguna medida de seguridad.
Se explicó en medios locales que la mujer, de entre 35 y 40 años de edad, llegó al módulo alrededor del mediodía. Precisamente la granada solo tenía un par de tiras de cinta adhesiva. Al ver lo que sacaba de la bolsa de mandado, fue inevitable la expresión de los militares.
Cuando observaron las granadas, los militares de inmediato pidieron a los presentes alejarse del módulo, por al menos 30 metros, por el riesgo que esto representaba.
Éste no fue el único caso, por ejemplo, un hombre recibió 750 pesos al dejar con los militares un rifle calibre 22.
