México.- Debieron pasar cuatro casi cuatro años para que el rostro de Ovidio Guzmán saliera de nuevo a la luz; tras aquel 17 de octubre de 2019, su cara no se había visto hasta hoy 5 de enero cuando fue trasladado al penal del Altiplano.
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La barba poblada, no oculta las facciones del hombre que logró salir bien librado tras la cruenta “guerra” que activó su equipo, miedo que hizo que las autoridades federales lo dejaran ir ante la amenaza de tomar la vida de civiles.
Fue durante la transmisión del traslado que activó Grupo Milenio a través de redes sociales, el momento justo cuando se logró tomar la imagen de uno de los más buscados: Ovidio Guzmán, alias “El Ratón” o el “Gato Negro” uno de los tres hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán en la mira de las autoridades de México y Estados Unidos.
El cabello desaliñado como en aquella ocasión, con “ganancia” de peso, y con la seriedad en su rosto como cuando “la primera versión” del “culiacanazo” se dio, así se observa de perfil, con una sudadera de color negro, chaleco de color rojo, con franjas reflejantes en amarillo, así es la vestimenta en la más reciente imagen.
Hoy, no la fotografía no fue de frente, con aquella gorra característica y camisa en color blanco con la que se le dejó ir; en esta ocasión un casi luto y flanqueado por elementos de fuerzas federales, dan un sentido distinto, ese que indica que hoy no hay salvación, ni la violencia desatada en Sinaloa, logró que evadiera de nuevo a la justicia,.
Ovidio Guzmán, alias “El Ratón” tenía alrededor de 28 años cuando el primer operativo para su captura se dio, hoy con 32 años y casi cuatro escondiénse de la justicia, han marcado aquel rostro casi inocente en uno adusto, “deprimido” de acuerdo a lo que expresan usuarios de Línea Directa en Redes sociales.
Fueron horas de tensión, que para el también llamado “Gato Negro” iniciaron desde la madrugada de este lunes 5 de enero, casualmente, a unos días de cumplirse siete años de la captura de su padre, Joaquín “El Chapo” Guzmán, en la ciudad de Los Mochis, Sinaloa un 8 de enero de 2016.
Los pies de Ovidio ya pisan la cárcel, la misma de la que su padre se fugó por segunda vez, y ni la “guerra” desatada de norte a sur en el estado de Sinaloa, pudo en esta ocasión librarlo luego de un operativo de meses, pero que al final, vio su detención en un golpe de suerte, ya que no se supo sino hasta horas después, que era él, uno de los más buscados en México y Estados Unidos, país que ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares por delitos contra esa nación.
Ovidio Guzmán López nació en Badiraguato, Sinaloa un 29 de marzo de 1990; se le consideró hasta hoy, uno de los miembros de más alto rango dentro del Cártel de Sinaloa uno de los más poderosos.
Junto a sus hermanos Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Joaquín Guzmán López y Jesús Alfredo Guzmán Salazar lideró la facción conocida como Los Chapitos, que hoy queda sin uno de sus intregrantes y ve a dos prófugos de la justicia.
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