Ciudad Altamirano, Gro.- El río Balsas es uno de los más largos de México, cambia de nombre un par de veces en su trayecto, se nutre de una decena de ríos más pequeños provenientes de varios estados y alimenta la presa El Caracol; en la Tierra Caliente de Guerrero, su crecida dejó decenas de miles de damnificados y destruyó al menos cuatro puentes hace un mes. Pueblos completos quedaron incomunicados por más de 15 días; hoy, aunque de manera rudimentaria y provisional, los caminos se han reabierto, fluye lentamente el transporte público y la gente limpia los escombros.-No he podido trabajar – dice un carpintero del municipio de Ajuchitlán del Progreso- se me enlodó todo mi equipo.Se queja de que las brigadas de Sedesol no querían inscribirlo en el programa de Empleo Temporal porque consideraban que su taller casero debía de entrar en otro rubro, ya que el apoyo del programa se da para limpiar casas.-Pero yo vivo ahí con mi mujer y mis hijos ? se queja porque, aunque asegura que ya fue inscrito, su pago no aparece en las listas todavía.Una de las localidades afectadas dentro de Ajuchitlán del Progreso se llama Changata y hasta hace poco estaba incomunicado, ahí se repartió la otra parte del pequeño acopio organizado por los trabajadores de Notimex, consistente en ropa, algunas despensas, cobijas y utensilios de cocina.Los utensilios de cocina siguen siendo los objetos más preciados por los damnificados, pues sin ellos les es imposible cocinar el arroz y los frijoles que son comunes en las despensas que vienen de la capital mexicana. Pero no todos alcanzan uno.Resignados, los pobladores agradecen el gesto y la buena voluntad de quien intenta ayudarlos y toman una prenda de ropa que les será útil.-Lo mejor es repartir la ayuda casa por casa -aconseja un soldado en otro pueblo-, así se le da a cada quien lo que necesita y se le entrega a quienes lo necesiten de verdad.Bajo esa premisa, el Ejército y los gobiernos levantan padrones y elaboran paquetes con lo indispensable: cobijas, colchonetas, artículos de higiene personal, algunos trastes y alimentos.El proceso es más tardado, la gente se impacienta y pareciera que no alcanza para todos, aunque eso se sabrá hasta que termine el reparto. Mientras tanto la gente sobrevive como puede e intenta recobrar la normalidad.JE
Después de la tormenta, incertidumbre|
El río Balsas es uno de los más largos de México, cambia de nombre un par de veces en su trayecto, se nutre de una decena de ríos más pequeños provenientes de varios estados y alimenta la presa El Caracol
Fuente: Internet