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¿Cómo fue el milagro de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego?

En 1531, Juan Diego escuchó un canto desde la cima del cerro del Tepeyac, donde se encuentra la antigua Basílica en la Ciudad de México; además del canto, una voz de mujer lo llamó

Cómo fue el milagro de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego
Línea Directa | "¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo?"

México. Este 12 de diciembre es el Día de Nuestra Señora de Guadalupe, pero que se le conoce comúnmente como la Virgen de Guadalupe. Aunado a que se le dice también La Morenita, la Virgen del Tepeyac, la Guadalupana.

De acuerdo a la historia, fue el sábado 9 de diciembre del año 1531, que surgió un milagro, pues la virgen hizo su primera aparición ante Juan Diego, quien en la actualidad ya es un santo.

Aquel día, Juan Diego Cuauhtlatoatzin escuchó un canto desde la cima del cerro del Tepeyac, donde se encuentra la antigua Basílica en la Ciudad de México. Además del canto, una voz de mujer lo llamó.

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Al subir para ver quién le hablaba y quién cantaba, Juan Diego se encontró ante una hermosa mujer adornada con ropa que según detalla la historia “brillaba como el sol”. La Virgen María al aparecer frente a los ojos del indio Juan Diego, lo mandó a darle un recado al obispo de México, fray Juan de Zumárraga. El mensaje iba respecto a la petición que se le edificara un templo.

“Juanito: el más pequeño de mis hijos, yo soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios, por quien se vive. Deseo vivamente que se me construya aquí un templo, para en él mostrar y prodigar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa a todos los moradores de esta tierra y a todos los que me invoquen y en Mí confíen. Ve donde el Señor Obispo y dile que deseo un templo en este llano. Anda y pon en ello todo tu esfuerzo”.

Pero frente al relato del Juan Diego hubo muchas dudas, de tal manera que le pidieron pruebas de lo que decía. Así, San Juan Diego volvió en busca de aquella hermosa mujer, la virgen. En esa segunda ocasión la Guadalupana se volvió a aparecer, y le dio una nueva orden, insistir en lo que le había expuesto.

“Mucho te ruego, hijo mío el más pequeño, y con rigor te mando, que otra vez vayas mañana a ver al obispo. Dale parte en mi nombre y hazle saber por entero mi voluntad, que tiene que poner por obra el templo que le pido. Y otra vez dile que yo en persona, la siempre Virgen Santa María, Madre de Dios, te envía”.

De acuerdo a la historia, la tercera de las apariciones de la Virgen de Guadalupe ocurrió el 10 de diciembre, cuando Juan Diego le comunicó otro mensaje al obispo, y éste le pidió pruebas. Entonces, la virgen le pidió que volviera a buscarla el día siguiente para recibir las pruebas que llevaría al prelado.

“Hijo mío, volverás aquí mañana para que lleves al obispo la señal que te ha pedido; con eso te creerá y acerca de esto ya no dudará ni de ti sospechará”.

Pero, algo paso y Juan Diego no pudo ir al día siguiente, pues su tío Juan Bernardino enfermó de gravedad. Así, el martes 12 de diciembre Juan Diego salió a buscar a un sacerdote para su tío, cuando la Virgen se le presentó nuevamente y lo consoló.

“No temas esa enfermedad, ni otra alguna enfermedad y angustia. ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Qué más has menester? No te apene ni te inquiete otra cosa; no te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella: está seguro de que ya sanó”.

Luego de consolarlo, la Virgen de Guadalupe le instruyó a Juan Diego para que subiera a la cima del Tepeyac donde encontraría varias flores.

“Sube, hijo mío el más pequeño, a la cumbre del cerrillo, allí donde me viste y te di órdenes, hallarás que hay diferentes flores; córtalas, júntalas, recógelas; enseguida baja y tráelas a mi presencia”.

Así, al hacerle caso a la virgen, encontró flores muy hermosas y las colocó en su tilma. Al volver, le pidió que se las presentara al Obispo. Al abrir la capa en las que la llevaba envueltas, milagrosamente apareció la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe.

Luego de cumplir su misión, Juan Diego regresó a casa y encontró a su tío completamente curado, tal como le contó la Guadalupana.

Fuente: Línea Directa

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Perla Rodríguez Contreras

Editor de Contenidos

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