Atención a migrantes, actividad de riesgo en BC

?Tijuana, BC.- La atención a migrantes se volvió una actividad peligrosa por la presencia de grupos criminales en la frontera norte. La situación es tan complicada que activistas han tenido que retirarse de los puntos críticos por amenazas directas o para prevenir riesgos. Ciudades de Tamaulipas que registran altos niveles de migración se encuentran sin grupos que apoyen a los deportados o a personas que van en camino a Estados Unidos, aseguró el coordinador de las Casas YMCA para el Menor Migrante, Uriel González Pérez. Reveló que por temor a ser víctimas de la violencia, la organización que encabeza tuvo indefinidamente un proyecto de construcción de una casa albergue en Nuevo Laredo, Tamaulipas. De igual forma, en Ciudad Juárez enfrentaron el “acercamiento” de un grupo criminal que intentó cobrar “piso” cuando se percató de la construcción de un centro de ayuda a la comunidad. Al percatarse de la obra, los delincuentes pretendieron cobrar una cuota por permitir que continuaran, pero finalmente se retiraron cuando YMCA les explicó que no realizarían actividades remunerativas, sino de apoyo a personas víctimas de las actividades que ellos mismos propiciaron, explicó González Pérez. En esa zona tuvieron que replantear estrategias de operatividad, como restringir el acceso y horario a sus instalaciones. Justificó el temor de que al acudir a recoger a un menor migrante “no sabemos si va a ser alguna persona que va a recoger algún menor que está siendo repatriado y se encuentra en ese momento con nosotros, o bien, puede ser alguien del crimen organizado”. En el caso de Tamaulipas, la organización YMCA realizó hace tres años un estudio para instalarse en esa zona, pero al detectar altos niveles de riesgo decidieron retirarse. Ahora, al paso del tiempo y confirmar que la situación no ha cambiado, decidieron que todavía es inseguro para los activistas, por lo que los migrantes que llegan a aquella área no cuentan con la protección de ninguna agrupación. “Llegó un momento en que nos replanteamos esa investigación que hacíamos, y ahora sí que por una decisión institucional decidimos no instalarnos ahí”, afirmó. El sur de Estados Unidos también implica riesgos para activistas defensores de los migrantes. Miembros de la organización Ángeles del Desierto han sufrido desde hostigamiento verbal hasta agresiones a balazos por parte de antimigrantes que intentan frenar la entrada de indocumentados. Rafael Hernández, director de este grupo humanitario, refirió que la búsqueda de personas en el desierto de aquella entidad estadounidense es un riesgo para sus voluntarios porque cada vez es mayor la presencia de racistas que han tomado la vigilancia fronteriza en sus manos. Recordó que en una de sus excursiones por Arizona para buscar a una veintena de migrantes que podrían encontrarse en el desierto, él y sus compañeros fueron recibidos a balazos por antimigrantes que luego dijeron haberlos confundido con indocumentados. Hernández explicó que familiares de migrantes -procedentes de México y otros países de Latinoamérica- han solicitado el apoyo de Ángeles del Desierto para dar con sus seres queridos de quienes no saben hace semanas, meses o años.