Pensilvania, Estados Unidos.- Hay personas que trabajan para vivir y otras que viven para trabajar, tal es el caso de Ruth Shuster, una señora de 100 años que desde 1994 ha trabajado para la cadena de comida rápida y jubilarse pronto no está dentro de sus planes.
Antes de la pandemia trabajaba, 3 días a la semana cuando llegaban los clientes ella los recibía cantando y bailando. Pero ahora dice que “no se puede bailar en ninguna parte. No hay bailes”, pero es optimista y espera pacientemente que la situación mejore para volver a ver a sus clientes.
“Me quedé viuda cuando tenía 50 años, y he estado trabajando siempre, siempre, desde entonces, y me gusta trabajar“, contó la mujer a la agencia de noticias EFE.
Al ser un personaje tan querido para la comunidad, McDonalds habilitó un buzón por su cumpleaños, donde los clientes podían dejar sus felicitaciones incluso regalos.