Estados Unidos. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado instrucciones a su gobierno para evaluar la posibilidad de imponer aranceles sobre el cobre, un paso más en su estrategia para reconfigurar el comercio global y enfrentar déficits comerciales.
Esta medida, que busca frenar el crecimiento del sector del cobre en China, también se enmarca dentro de un esfuerzo por revitalizar la industria estadounidense de minería, fundición y refinación de cobre, áreas clave para la seguridad nacional.
Se explicó que la medida tiene como objetivo abordar una vulnerabilidad más amplia en términos de seguridad nacional, asegurando que Estados Unidos no dependa de fuentes extranjeras para necesidades militares y tecnológicas.
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Aunque Estados Unidos tiene un superávit en cobre, exportando más de lo que importa, el gobierno teme que las previsiones de oferta y demanda puedan poner en riesgo la seguridad del país.
Además de los posibles aranceles sobre el cobre, Trump ha intensificado su enfoque arancelario, retirando las exenciones a los aranceles de 2018 sobre acero y aluminio. También anunció un plan para imponer aranceles del 25 por ciento sobre todos los productos importados de México y Canadá, además de gravar productos energéticos canadienses como petróleo y electricidad con un 10 por ciento.
A pesar de las preocupaciones de los economistas sobre los efectos inflacionarios y una posible desaceleración económica, el cobre representa una porción pequeña del comercio global. En 2024, Estados Unidos exportó cobre por un valor de 11,3 mil millones de dólares, mientras que importó 9.6 mil millones, según la Oficina del Censo.