EE.UU.- La NASA anunció una nueva misión a la Luna luego de la misión de 1969 con Neil Armstrong.
En esta ocasión será la Misión Peregrine 1 la que promete recabar datos valiosos para la comunidad científica que además servirán de base para futuras expediciones.
Sin embargo, los estudios han ido cambiando su enfoque y con el tiempo, ya no solo nos dedicamos a la incertidumbre sobre si se puede visitar el astro o sobre qué materiales componen al mismo, ni siquiera ya en torno a las condiciones climáticas y características de gravedad. Esta vez, hemos llegado al punto en donde se plantea la posibilidad de diseñar viviendas en la Luna.
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La Misión Peregrine 1 llevará consigo cargas útiles, entre ellas un conjunto de retrorreflectores láser, el espectrómetro de transferencia lineal de energía, el sistema de espectrómetro volátil de infrarrojo cercano, el espectrómetro de masas con trampa de iones PROSPECT y el sistema de espectrómetro de neutrones.
Se espera que la misión lunar tenga una duración de 192 horas, esta saldrá de Cabo Cañaveral el próximo 24 de diciembre del 2023.
El camino para llegar a estas cuestiones es inevitable. Por un lado, los avances tecnológicos y científicos nos permiten profundizar en el conocimiento que tenemos sobre el espacio cada vez más, pero además de esto, es una realidad que el fin del planeta Tierra ha comenzado a tomarse en serio, y con ello, algunas alternativas como la vida en Marte, y ahora en la Luna, se ponen sobre la mesa.
Buscan llevar a cabo un estudio de la exosfera lunar, arrojarán luz sobre sus misteriosas propiedades térmicas y la abundancia de hidrógeno en el regolito lunar.