Australia.- Hay muchas personas que, en su afán por perder peso, suelen recurrir a cuestionables tratamientos que prometen ayudar a cumplir el objetivo de adelgazar en un breve periodo de tiempo. Sin embargo, estas alternativas en muchos casos pueden resultar inefectivas y hasta peligrosas.
Esto es justamente lo que ocurrió con Trish Webster, una mujer australiana de 56 años que se sometió a un tratamiento para perder peso, ya que tenía la ilusión de verse más delgada para la boda de su hija, pero la situación dio un giro dramático luego de que los fármacos en su cuerpo le provocaran una enfermedad gastrointestinal.
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Medios locales señalan que el medicamento inyectado en el cuerpo de Trish fue Ozempic, cuyo uso es principalmente para tratar la diabetes tipo 2 y la pérdida de peso, ya que retarda la digestión de los alimentos y prolonga la sensación de saciedad.
El medicamento funciona retardando excesivamente la función del estómago, es decir, se produce una afección llamada “ileo“, conocida como un bloqueo parcial o total del intestino. No obstante, en el caso de la mujer australiana, su régimen de pérdida de peso involucró no solo Ozempic sino también Saxenda, otra inyección recetada que la llevó a perder aproximadamente 15 kg en 5 meses.
Aunque los resultados parecían ser exitosos, el procedimiento también tuvo efectos adversos, pues la mujer experimentó una enfermedad gastrointestinal que terminó con su vida antes de la boda de su hija.
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El esposo de Trish Webster, Roy Webster, la descubrió en estado inconsciente, con un inquietante líquido saliendo de su boca. A pesar de sus frenéticos esfuerzos por reanimarla, ella murió, por lo que el hombre culpa firmemente a estas drogas para adelgazar por el trágico resultado.