Brasil. Fuentes oficiales brasileñas informaron este lunes que 35 camiones fueron incinerados como respuesta a la muerte de un jefe criminal en Río de Janeiro tras un enfrentamiento con las fuerzas del orden.
Los incendios se registraron en varios barrios de Río de Janeiro afectando las principales vialidades en la segunda ciudad más grande de Brasil.
De acuerdo con la policía militarizada, el ataque fue una “represalia” a la muerte en un tiroteo con uniformados de Matheus da Silva Rezende, un importante jefe de una banda de milicianos y sobrino del principal líder de esas organizaciones en Río de Janeiro.
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Tras los hechos varias empresas de autotransporte interrumpieron sus actividades incluyendo los del sistema de transporte de tipo Transporte Rápido de Autobús (BRT).
Testigos señalaron que los autobuses fueron interceptados por hombres armados que amenazaron a los pasajeros para que se bajaran de las unidades, para finalmente rociarlos con combustible y prenderles fuego.
Por su parte, el gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, celebró en sus redes sociales “el duro golpe asestado a la milicia más grande de la zona oeste” de la capital brasileña y advirtió de que no cederá en su objetivo de combatir el crimen organizado.
