EU.- Una de las señales más alarmantes para conocer cuando el mundo está evolucionando (aunque muchos dicen que está terminando), es cuando comienzan a emerger nuevas especies de plantas y animales en el planeta. Es el caso de esta nueva raza de osos híbridos, que surgieron como una de las grandes consecuencias del cambio climático.
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Con el mundo calentándose y el hielo marino del Ártico derritiéndose a un ritmo sin precedentes, se ha generado un fenómeno que nadie podía prever: los osos polares hambrientos emigran más hacia el sur, en busca de alimentos y por las altas temperaturas, los osos pardos son obligados a viajar más hacia el norte, por la misma razón. La consecuencia: el encuentro de dos especies de osos que por miles de años no estuvieron ni remotamente cerca.
El resultado de estos encuentros es visible y se está extendiendo por todo el Ártico, los pardos y los polares se están apareando y ha nacido una nueva especia híbrida, los Osos Pizzly o también llamados Osos Grolar.
Aunque no se han puesto de acuerdo con qué nombre darle a esta nueva clase de osos, los expertos dicen que es muy probable que hayan llegado para quedarse. Si bien la causa de su reproducción puede no ser natural, con el cambio climático que impulsa ambas migraciones, el efecto si es natural.
Según los científicos, las especies híbridas son parte de un proceso evolutivo en la que la nueva especie selecciona los mejores rasgos, en este caso del oso polar y del pardo, para darles ventajas en sus hábitats. En este caso, los Grolares (o Pizzlys) se pueden identificar por su pelaje blanquecino y su craneo más alargado, lo que les permite cazar presas más fácilmente en el mar.
“De esta manera, el Pizzly es un animal que puede alimentarse de una gama más amplia de alimentos”, según aclara Larisa DeSantis, profesora asociada de ciencias biológicas en la Universidad Vanderbilt de Tennessee.
Desde 2006, los avistamientos de estos osos han sido cada vez más comunes, por lo que los científicos se encuentran estudiándolos en su entorno, y han señalado que realmente son una de las consecuencias del cambio climático. Además, dado que los dos tipos de oso solo divergieron hace 500 mil y 600 mil años, su descendencia puede reproducirse. Un estudio ha encontrado que ya han nacido pequeños osos del apareamientos entre híbridos.