Caribe. – Luego de los estragos provocados por el huracán Beryl en las islas caribeñas de San Vicente y las Granadinas, y Granada, el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) de la ONU inició su plan de distribución de comida a los damnificados de la tormenta.
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Alrededor de 5 mil cajas de productos comestibles enlatados y secos llegaron a las islas pata alimentar a la población que se vieron atrapados de los vientos fuertes y lluvias torrenciales que trajo Beryl en la semana pasada, y que generó desde el derribo de árboles y postes hasta bloqueo de energía eléctrica, carreteras, y suministro de agua.
Brian Bogart, director designado de la oficina plurinacionales del Caribe de la organización internacional, afirmó el compromiso que tiene el programa para brindar apoyo humanitario a las islas más afectadas por el fenómeno natural.
“WFP está comprometido en apoyar las comunidades afectadas por el huracán, cuyas vidas y sustentos fueron destrozados por este huracán. Nuestros equipos están trabajando día y noche para brindar alimentos y otro tipo de asistencia critica a los lugares más afectados”, dijo Bogart.
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También indicó en un comunicado que la mitad de los suministros fueron comprados y empacados en la isla de Barbados y despachados a Kingstown y la Granadinas, en un esfuerzo entre el WFP, la Agencia de Desastres y Manejo de Emergencias del Caribe (Cdema, por sus siglas en inglés), la Fuerza de Defensa de Barbados y la sociedad civil.
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De acuerdo con el WFP, “Beryl fue el primer huracán de la temporada de 2024” que impactó primeramente a las islas vulnerables del Caribe para después desplazarse hacia el oeste, dejando atrás un rastro de destrucción. No obstante, una vez que llegó a las costas de Texas, este perdió fuerza hasta degradarse dentro del territorio estadounidense.
