Rumania. Tras una investigación donde se diera a conocer que varios médicos realizaron fraude por uso de implantes cardíacos extraídos de personas muertas, muchas veces en pacientes que no los necesitaban, la Fiscalía rumana anunció la ejecución de nueve órdenes de detención.
Medios locales informaron de este caso que ha conmocionado a la opinión pública del país, después de que un sospechoso fuera detenido la noche del sábado.
El cardiólogo Dan Tesloianu, del hospital de la localidad de Iasi, fue enviado a prisión preventiva bajo la sospecha de haber dirigido la red con otros médicos que le procuraban los implantes de fallecidos.
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Los fiscales acusan a Tesloianu de ejercer sus funciones de forma intencionada y defectuosa, al implantar, entre 2017 y agosto de 2022, cerca de 338 dispositivos extraídos de cadáveres o cuya fuente de origen se desconoce.
Se informó además que los galenos realizaban los procedimientos médicos para después facturarlos al Seguro Nacional de Salud.
Detallar que varios médicos vendían a pacientes stents, desfibriladores y marcapasos a la mitad del precio de mercado, con lo que se habrían llevado a sus bolsillos entre dos mil y tres mil euros por unidad.
Hasta el momento se ha identificado a 170 pacientes operados con dispositivos médicos de personas fallecidas.
