Irán.- Las manifestaciones en Irán se han extendido durante varias semanas tras la muerte de Mahsa Amini, pero la represión por parte de las autoridades y el gobierno también se ha recrudecido, tanto así que han emitido una orden para condenar a muerte a varias de las personas que han protestado en las calles, aunque hay un caso en particular que está llamando la atención en todo el mundo.
El pasado fin de semana el tribunal de Teherán condenó a un manifestante a la pena de muerte por “enemistad con dios y corrupción en la tierra”, siendo esta la primera condena por participar en las revueltas. Adicional a esto, el ahora condenado enfrenta cargos por “incendiar un edificio gubernamental, perturbación del orden público y reunión y conspiración para cometer crímenes contra la seguridad nacional”.
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Este caso en particular ha desatado indignación entre la población y ha llevado a que los activistas convoquen nuevas manifestaciones, pues buscan exigir justicia en el marco de los derechos humanos que son reiteradamente violentados en dicho país.
Y es que, además de la ya mencionada pena de muerte, la justicia iraní condenó a cinco ciudadanos a cárcel de entre cinco y 10 años por “perturbación del orden público, reunión y conspiración para cometer crímenes contra la seguridad nacional”.
Dada la situación, la ONG Iran Human Rights (IHRNGO), lanzó un comunicado contra el riesgo de ejecuciones rápidas tras el anuncio de la primera pena de muerte, pues la declaración señala:
La comunidad internacional debe advertir con firmeza a la República de Irán de las consecuencias de ejecutar a manifestantes. Llamar a sus embajadores e implementar medidas de derechos humanos más efectivas contra funcionarios son algunas consecuencias a considerar.
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Por otro lado, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha anunciado que se celebrará una sesión especial el próximo 24 de noviembre para debatir “el deterioro de los derechos humanos en Irán”.