Washington.- El Pentágono informó este jueves que 2 mil 91 soldados de
Estados Unidos han muerto desde 2001 en Afganistán y otras partes del mundo en
la “guerra contra el terrorismo”.
De acuerdo con las cifras del Pentágono las fuerzas
militares estadounidenses han tenido mil 972 bajas fatales, mil 638 de ellas en
combate, en Afganistán, y desde la invasión de ese país hace casi 11 años 17
mil 288 soldados sufrieron heridas.
Dentro de la campaña que EU ha denominado “Libertad
duradera” y en acciones contra quienes Washington considera terroristas
otros 116 soldados y tres civiles estadounidenses han perdido la vida.
Esas bajas han ocurrido en la base naval estadounidense de
Bahía de Guantánamo (Cuba), Yibuti, Eritrea, Etiopía, Jordania, Kenia,
Kirguizistán, Pakistán, las Filipinas, Seychelles, Sudán, Tayikistán,
Uzbekistán y Yemen.
Por su parte, el jefe de las fuerzas estadounidenses en
Afganistán, general de la Infantería de Marina John Allen, dijo que el estrés
del Ramadán en medio del verano puede haber contribuido al incremento reciente
de ataques contra las fuerzas de EU en aquel país, sus aliados y el gobierno
afgano.
En una teleconferencia desde Afganistán, el general Allen
indicó que no solo las fuerzas estadounidenses han sufrido un aumento de las
bajas recientemente, sino que también las tropas del gobierno afgano han sido
objeto de más ataques.
“Es la estación de las campañas militares”, dijo
Allen. “Las fuerzas afganas también tienen más bajas porque ha aumentado
su número, y porque participan más en las operaciones, han tomado la
ofensiva”.
El oficial dijo que no se comprenden plenamente las razones
de los ataques perpetrados por soldados y oficiales de las fuerzas
gubernamentales afganas contra los soldados de Estados Unidos y sus aliados.
Allen dijo que los talibanes también pueden haber
desempeñado un papel directo en algunos casos haciéndose pasar por soldados o
policías afganos.
Otros factores, añadió, incluyen el hecho de que el mes de
ayuno en Ramadán, con su estrés, ocurre este año en medio del verano y durante
la temporada de campañas militares en el país del sur de Asia.
En el más reciente de estos ataques, el domingo pasado, dos
policías afganos dispararon contra soldados estadounidenses en la provincia de
Kandahar y mataron a uno de ellos, lo que elevó a diez la cifra de soldados
norteamericanos muertos en este tipo de incidentes en dos semanas.
Según datos oficiales, en lo que va de año han muerto 40
militares de la misión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en
Afganistán en acciones de este tipo.
En cuanto a los atacantes, dijo Allen, “entre los que
hemos capturado y los que han muerto, sus números son muy pequeños”.
“Algunos son infiltrados, algunos estuvieron motivados
por quejas personales o la radicalización, o porque se tornaron susceptibles a
una ideología extremista”, añadió.
Las tropas internacionales comenzaron a retirarse de
Afganistán en julio de 2011 para transferir gradualmente la responsabilidad de
la seguridad al Ejército y Policía del país.
Este proceso debe concluir en 2014, si se cumplen los plazos previstos,
y transcurre en medio de una de las fases más sangrientas de la guerra afgana,
que ya dura más de una década desde la invasión de EU y la caída del régimen
integrista talibán.
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