España.- Un profesor de la ciudad Palma de Mallorca, España, ha aceptado una condenado de 12 años de cárcel a través de una audiencia al ser demandado por los delitos de poseer material de pornografía infantil y al haber instalado una cámara oculta en el baño de su casa, grabando a su propia hija como otra amiga de la víctima.
“Fue una situación que se me fue de las manos”, expresó el hombre en la Audiencia Provincial de Baleares, quien fue demandado por su ahora ex esposa, luego de que uno de sus hijos mayores le dijera que había encontrado un disco duro el cual se almacenaba una gran cantidad de imágenes de pornografía infantil como fotos íntimas de él y sus hermanos mientras usaban el baño. Según ha dicho, la cámara estaba enfocada de manera que se podían ver partes íntimas y se les reconocía perfectamente.
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Ya sea buena o mala suerte de enterarse del secreto que escondía su padre, el hijo mayor se lo contó a sus otros hermanos, quienes acordaron contárselo todo a su madre. Tras comunicarle del hallazgo, la madre denunció a su marido a la Guardia Civil y fue detenido momentos después.
Luego de la detención, llegaron los equipos informáticos a la casa de la familia para examinar el computador que usaba el acusado. En ellos las fuerzas de seguridad encontraron abundante material de contenido pedófilo.
“Lo primero que hice fue avisar a mi hermana y hermano porque estaban todos en casa” explicó el hermano mayor, quien descubrió las imágenes mientras usaba el ordenador familiar. “Durante un tiempo intentamos convivir como si no hubiera pasado nada para después denunciarlo todos juntos”.
En la audiencia, el hombre que ejercía de profesor en una escuela local durante 32 años, pidió una disculpa a todas las víctimas. Además, reconoció que él instaló una cámara en el baño de su casa, donde grabó a su hija menor de edad y a una amiga de ésta mientras se cambiaban o se duchaban.
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Así mismo, admitió que se había contactado con una menor de Galicia a través de un perfil falso en una red social para conseguir que le enviara imágenes privadas, sin que la menor supiera que estaba tratando con un adulto hasta que fue llamada a declarar en el juzgado.
“Pido perdón a todo el mundo y quiero expresar mi arrepentimiento por lo que hice”, dijo el hombre durante la vista en la audiencia.
Aparte de su condena de 12 años de cárcel, también el hombre quedó inhabilitado para trabajar como profesor, y se le impuso una indemnización de 10.000 euros para la menor que engañó y obtuvo imágenes de ella en los archivos encontrados en la computadora.
