Estados Unidos. Los bomberos de Los Ángeles han logrado avances significativos en el control de los incendios que azotan la ciudad, sin embargo aún hay riesgo, y lamentablemente el saldo de víctimas fatales, que actualmente es de 11, podría aumentar a medida que los equipos de rescate comiencen a trabajar entre los escombros.
A cuatro días de que se desataran los incendios, la magnitud de la destrucción sobrepasa las 12 mil estructuras dañadas y las pérdidas económicas, estimadas inicialmente en 135 mil millones de dólares, podrían ascender a 150 mil millones, según los últimos reportes de AccuWeather.
Más de 150 mil personas siguen bajo órdenes de evacuación, mientras que el incendio de Palisades continúa siendo uno de los focos más peligrosos, con un índice de contención bajo y nuevas evacuaciones.
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A pesar de los esfuerzos, las críticas a las autoridades locales aumentan, especialmente hacia la alcaldesa Karen Bass, quien enfrenta cuestionamientos sobre los recortes millonarios al presupuesto del Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD).
Kristin Crowley, jefa del LAFD, advirtió que la falta de personal y recursos ha afectado gravemente la capacidad operativa del departamento, dificultando la respuesta a la emergencia.
Por su parte, el gobernador de California, Gavin Newsom, ha solicitado una investigación independiente sobre la pérdida de presión de agua en los hidrantes y la falta de suministro del embalse de Santa Ynez, lo que habría agravado la situación en Palisades.
Mientras tanto, la ayuda extranjera ha comenzado a llegar, con equipos de rescate de otros estados y países como Canadá y México.
