Kenia. La fiscalía general de Kenia ordenó que 95 personas de una secta sean acusadas de asesinato, homicidio culposo, radicalización, crueldad y tortura infantil, entre otros delitos, por la muerte de 429 presuntos feligreses a los que se instó a morir de hambre.
El autodenominado pastor Paul Nthenge Mackenzie fue señalado de incitar a sus seguidores a morir de hambre para “encontrar a Jesús”.
“Tras un análisis profundo de la evidencia, el director de procesos penales está satisfecho de que hay evidencia suficiente para enjuiciar a 95 sospechosos”, indicó la fiscalía en un comunicado.
Sin embargo, no se informó cuándo los acusados deberán comparecer en la corte, pero la fiscalía indicó que pretende “procesar el caso en forma expedita”.
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Medios locales recordaron que tras varios exámenes de defunción, se pudo establecer que la mayoría de las víctimas murieron de hambre y varios menores de edad fueron estrangulados, golpeados o asfixiados.
Recordar que Mackenzie fue detenido en abril del año pasado cuando fueron encontrados cadáveres en un bosque, cerca de la costa del océano Índico.
En el lugar fueron rescatados 15 feligreses emancipados de la iglesia de Mackenzie en el condado de Kilifi, en el sureste de Kenia. Cuatro murieron luego de que el grupo fue trasladado a un hospital.