MÉXICO.- Sumergirse 4.000 metros en las profundidades del océano para ver los restos del transatlántico hundido en 1912 que fueron encontrados en 1985 es un turismo exclusivo, solo apto para ricos, que muy pocas personas han hecho.
El actor y youtuber Alan Estrada, comentó que la empresa Oceangate hace que los turistas que toman el viaje al Titanic firme responsivas, entre una de ellas, que se eviten demandas.
Te sugerimos: ¡Cerca del Titanic! Localizan escombros en zona de búsqueda donde desapareció el sumergible Titán
Alan Estrada platicó sobre su experiencia al viajar en el submarino “Titán”, el cual lleva a las personas a que conozcan los restos que quedaron de este emblemático barco turístico que se hundió tras chocar con iceberg.
Recordó que los hacen firmar una responsiva muy extensa:
“Llega el día de hacerlo y me mandan el release que tenía yo que firmar de responsabilidades, y era una Biblia, o sea de verdad una biblia, entonces cuando lo leí me asusté mucho. Es un papel que firmas en donde básicamente dice que si te mueres no puedes demandar a la empresa“, mencionó el también conductor de televisión.
Señaló que la responsiva blinda a Oceangate de cualquier demanda que puedan interponer las familias, pues sabían de los riesgos y quisieron deslindar responsabilidades, sin embargo no habían tenido un percance de esta magnitud.
Incluso contó que los tripulantes podían pilotear el submarino, cuyos controles son parecidos al de un videojuego.
OceanGate cuenta con tres sumergibles, sin embargo, solo uno – el ‘Titan’, el que ha desaparecido- es que mayor profundidad alcanza y con el que se puede llegar a ver los restos del Titanic.
Lee también: Con este control de videojuegos manejaban submarino que bajó al Titanic
Estrada se sumó a la expedición del Titán en julio de 2021, junto a otros tres pasajeros, y el piloto Stockton Rush, presidente de la empresa Ocean Gate, después de conseguir patrocinadores de su canal que financiaran los 125.000 euros que costaba entonces (ahora ha ascendido a 250.000). Fue un primer viaje fallido, ya que por problemas técnicos tuvieron que volver a la superficie antes de poder ver los restos del Titanic.
