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Colombia.- El pasado fin de semana sin lugar a dudas fue trágico para el mundo de la música y los amantes del rock, pues el viernes 25 de marzo se confirmó la repentina y devastadora muerte de Taylor Hawkins, baterista de Foo Fighters.
El músico de 50 años de edad fue hallado sin vida en un hotel de Bogotá, Colombia, donde se hospedaba junto a los demás integrantes de la banda, con la cual se presentaría en el famoso festival Estereo Picnic 2022.
Un día después las declaraciones de la Secretaría de Salud y la Policía Nacional en Colombia, indicaron que encontraron varias sustancias en la habitación del baterista, entre ellas, THC (marihuana), antidepresivos tricíclicos, benzodiacepinas y opioides.
Y ahora, la investigación ha arrojado datos aún más perturbadores. Y es que en las últimas horas, las autoridades del vecino país revelaron que el músico que era originario de Fort Worth, Texas, tenía un corazón de tamaño anormal al momento de su muerte. Se dice que el órgano del músico se veía el doble de lo normal y tenía un peso de casi 600 gramos, cuando un corazón tiene entre 250 y máximo 350 gramos de peso.
Se especula entonces que el tamaño y peso anormal del corazón haya sido el causante de presentar una hipertrofia por patologías cardíacas, además de un cambio en el tamaño del músculo del corazón derivado del consumo constante de sustancias psicoactivas.
La teoría de los médicos forenses es que esta anomalía habría acelerado un desenlace fatal por el agravamiento de los efectos de una posible sobredosis con las sustancias halladas en la habitación de TaylosrHawkins, aunque esto sigue sin confirmarse y parece extraño, teniendo en cuenta que según declaraciones de su médico en EU, el baterista de Foo Fighters tenía un corazón muy sano e incluso se había realizado chequeos apenas el año pasado.
