México.- Aunque no era un deportista, Paul McCartney fue la figura estelar en la inauguración de la versión número 30 de los Juegos Olímpicos
Bastó que el ex Beatle apareciera en el Estadio
Olímpico y que reprodujera las notas de ?Hey Jude? en su piano, para
erizar la piel de todos los protagonistas de la fiesta; pues
deportistas, autoridades, invitados y público se sumaron a la
interpretación del cantante, cuya actuación cerro la inauguración que
inició a las 21 horas en Londres (15 horas tiempo de México).
La emoción que generó Sir Paul apenas duró unos minutos, pero con el número musical que regaló, se presagió el ambiente de fiesta que espera a la justa deportiva, que inició ayer en Londrés ante la presencia de la Reina Isabel.
Aunque la imagen del Estadio Olímpico ya había tomado las pantallas
de todo el mundo tres horas antes de la actuación del cantante, para
presentar un recorrido por diversas ciudades inglesas, viajando
frenéticamente por el río Támesis y así como por conductos subterráneos o
rutas aéreas mostrando elementos de la cultura británica.
Inmediatamente después del desfile de todas las delegaciones que
estarán compitiendo hasta el 12 de agosto, en las diversas disciplinas,
la agrupación Arctic Monkeys apareció en el escenario para tocar ?I bet
you look Good on the Dance Floor?, acompañados de una gran explosión de
fuegos artificiales que llenaron de rock.
Pájaros de alas azules y en bicicleta aparecieron en el centro del
estadio mientras ?Come Together?, original de Los Beatles se escuchó en
la voz de Alex Turner, mientras un pájaro voló.
En el espectáculo que preparó Danny Boyle y que tuvo un costo de 42
millones de dólares también fue destacable la imaginación del realizador
para idear la llegada de la Reina Isabel.
Razón por la que el ?Happy and Glorious?, segundo movimiento del
espectáculo, que inició con un video de Daniel Craig en su papel de
James Bond, entrando al Palacio de Bukingham, desde donde custodió a la
Reina Isabel, fue gratamente admirado por quienes estaban en el estadio y
por los miles de televidentes que seguían la transmisión.
Instalados en un helicóptero, la emoción se hizo mayor, pues la misma
aeronave sobrevoló el estadio desde donde la reina, representada por un
doble, se lanzó por los aires, para luego hacer su aparición real en el
recinto, en donde resonó el himno nacional.
La comicidad inglesa también tuvo su momento en la cita deportiva,
pues Rowan Atkinson, en su papel de Mr. Bean, encabezó un breve
espectáculo que arrancó risas del público al meterse a la pieza de los
?Carros de fuego? y hacer de las suyas en la pantalla.
Otro de los momentos de mayor emoción ocurrió cuando la televisión,
el cine, la juventud y las redes sociales se mezclaron con la cultura
musical de Gran Bretaña al recordar a legendarias bandas en una gran
coreografía que incluyó temas de Queen, Sex Pistols, Soul to Soul,
Eurythmics y Prodigy, sin olvidar a Amy Winehouse, Blur y Muse. ne
Paul McCartney, la gran jugada de Londres
Música, humor y gran tecnología se combinaran en la producción que Danny Boyle preparó para la inauguración de los Juegos Olímpicos
Fuente: Internet