Guanajuato, Gto.- Desde Italia
al corazón, y con sus manos, logró entregar las brillantes de la Orquesta Sinfónica
de Chicago, Riccardo Muty, el nacido en Nápoles ha trascendido la frontera del
encanto al lograr un reciproco ?amor? en el sentimiento que salía de sus manos.
El primer encuentro fue con Sinfonía en re menor, en tres inundadas en
el trabajo limpio, puro y preciso de los integrantes de no sólo una de las
llamadas Cinco Grandes de Estados Unidos, sino una de las más prestigiadas del
Mundo, y que este día daba razón del título Internacional que tiene el Festival
Cervantino.
Uno de los eventos más esperados en un recinto lleno de Colores, de
historia, y encuentros El Teatro Juárez, un ordenamiento ?agradable? recibía a
los invitados que con boleto en mano, entraban no con expectativa de con qué se
toparían, ya sabían que se trata de una triunfadora que cuenta con 62 premios
Grammy a lo largo de su ilustre historia.
Fundada en 1891, con 37 giras internacionales y un programa de radio de
producción propia que trasmite por más de 400 estaciones en los Estados Unidos.
Su actividad se desarrolla alrededor de sus 150 conciertos anuales en el
Symplony Center de Chicago.
El primer ?asombro? al amor fue lento, Allegretto, y Allegro non troppo,
de César Franck (1822-1890), un silencio que llegaba al corazón, una admiración
sin pecado, un ritual con sonido, una primera entrega. Con una dotación de
instrumental: dos flautas, dos aboes, y corno ingles, dos clarinetes, y
clarinete bajo, dos fagots, cuatro cornos, dos tromperas, dos cornetes, tres
trompetas, y tuba, timbales, arpa, y cuerdas? algo mas, todo era suficiente.
La
Sinfonía en re
menor, logró lo que quiso, y las manos de Riccardo entregaron el mensaje final,
el público aplaudió, y también de pie.
Los comentarios tanto para la Orquesta, como para el Señor Muty, eran en
totalidad admiración, tanto que un buen grupo de personas, buscaban espacio
para la compra de sus discos, y se dio el momento de decidirse con cual llegar
a casa.
Fue en al pie de la escalinata de la Universidad de
Guanajuato, donde un público y en otra atmósfera recibía ?el amor? por la Orquesta y por ende al Director Musical, en una pantalla gigante y un
audio fuerte, cobijado por un viento que se unía con un sonido bajo, los
presentes y acompañados, y otros enamorados compartían el abrazo, festejando
?la fiesta del espíritu?, unos en su natal, y otros de visita.
La
Sinfonía No. 2
en re mayor, Op. 73, de Johannes Brahms (1833-1897), Allegro non troppo, Adagio
non troppo, Allegretto grazioso, y Allegro con espíritu, la cual dio un tiempo
de 46 minutos, con una dotación instrumental: dos flautas, dos oboes, dos
clarinetes, dos fagots, cuatro cornos, dos trompetas, tres trombones y una
tuba, timbales y cuerdas. Johannes la compuso en el pintoresco pueblo de
Portschach, en Worthersee, la sinfonía es un testigo aparente encanto.
Los rostros de los presentes, y en su mayoría estudiantes de música y
otros más en familia, admiraban el trabajo de la Orquesta de Chicago, y
más aun la del propio Riccardo, que para lograr este trabajo se necesita una
buena condición física y mental.
Y llegó la presea del fic
En el 2010, el Festival Internacional Cervantino, instituyó la presea
FIC, la cual reconoce la labor de personalidades cuya obra tiene un especial
significado por sus búsquedas artísticas y aportes creativos. Es una escultura
diseñada por Vicente Rojo, y que al término de la función, le fue entregada a
Riccardo Muti con la presencia del Ciudadano Gobernador del Estado de
Guanajuato Miguel Márquez Márquez, quien se acompaño por la Doctora Lidia Camacho, Directora del FIC, al instante el
desbordamiento de aplausos, el mensaje del Gobernador y las palabras lucidas y
simpáticas en agradecimiento del homenajeado.CHG
?Love? con Riccardo Muti en el cervantino
Acompañado por la Orquesta Sinfónica de Chicago, el Director Musical entregó puro amor al público en el Teatro Juárez
Fuente: Internet