Ciudad de México.-La vida de la célebre cantante de ópera María Callas será llevada al
escenario en el Teatro Rosalía de Castro La Coruña, España, a través de
la obra Master Class, original de Terrence Mc Nally.
Las famosas Master class que la soprano impartió en la academia Juillard
en Nueva York, casi al final de su vida artística, son el punto de
partida del espectáculo que se representará este fin de semana en el
referido escenario.
Convertida en un mito que sobrepasa el estrecho círculo de los amantes
de la ópera, María Callas, llamada ?Diva del siglo?, fue una de las
máximas figuras de la ópera.
María Anna Cecilia Kalongeropoulos, su nombre real, nació el 2 de
diciembre de 1923 en el seno de una familia de emigrantes griegos.
Aunque nació de manera accidental en Estados Unidos, toda su vida la pasó entre Grecia e Italia.
A decir de los críticos, María Callas, quien estudió canto en el
conservatorio de Atenas, tuvo una formación artística lenta y poco
prometedora.
Formó parte de la Compañía de la Ópera de Atenas de 1940 a 1945, lo cual
le dio la oportunidad de familiarizarse con grandes papeles y ganar una
gran experiencia escénica.
Algunas versiones señalan que su debut fue en 1939 en Caballería
Rusticana; mientras que otras lo sitúan en 1941 en la Ópera de Atenas
con la obra Tosca, de Giacomo Puccini.
En 1947, tras rechazar un contrato en el Metropolitan Opera House, de
Nueva York, se marchó a Italia. Ahí atrajo la atención de los
prestigiados teatros con su presentación en la Arena de Verona de La
Gioconda , de Amilcare Ponchielli, bajo la batuta de su mentor musical
Tullio Serafín.
En 1948, protagonizó Norma, de Vincenzo Bellini, consagrándose en ?la
gran soprano de su generación y una de las mayores del siglo?.
En plenitud de sus medios vocales, Callas protagonizó veladas
inolvidables, en las que encarnó los grandes papeles del repertorio
italiano belcantista y romántico para soprano y que han sido conservadas
en documentos fonográficos.
Durante la década de los 50 inició la recuperación de algunas obras
olvidadas de autores como Cherubini, Gluck, Rossini o Donizetti,
práctica que sería imitada posteriormente por otras sopranos como Joan
Sutherland o Montserrat Caballé.
María, quien era conocida por cantar de forma incisiva y penetrante, se
convirtió en un mito al portar una portentosa voz capaz de lograr los
matices y colores más insospechados.
Por otro lado, su personalidad sensual y moderna revolucionó las
costumbres de los grandes divos y divas de su época, que eran mucho más
estáticos en sus movimientos.
Pese a ello, el especialista en voces de la ópera, Rodolfo Celleti,
consideró el timbre de voz de Callas como puramente un sonido.
?Su tono de voz era esencialmente feo, era débil, lo que daba la
impresión de sequedad, aridez. Le faltaban esos elementos que se
describen como aterciopelados o barnizados?.
?En compensación, su timbre era incisivo; diría que ese filo metálico en
su voz ocupó el lugar del barniz?, expuso el crítico en el marco de un
debate radial en Nueva York en 1969.
La fugaz carrera de Callas, pues sólo disfrutó 10 años de su esplendor
vocal, la constituyó como una soprano de bravura sfogatto, proclive a
ese drama exigente de los cada vez más amplios auditorios teatrales de
la segunda mitad del siglo XX.
Con sus grandes papeles lírico-spinto, como Las dos Leonoras, Aída,
Violetta Valery, Ifigenia y Medea, hasta llegar al redescubrimiento del
bel canto de tintes heroícos, la cantante de origen griego alcanzó el
clima del protagonismo.
Datos históricos y testimonios señalan que María Callas fue un notable
acontecimiento público de la posguerra como un ejemplo de
profesionalismo; se sabe que no marcaba en ensayos, sino que cantaba en
voz plena, lo que hacía caer en enemistades y cuchicheos que fueron vía
para convertirla en un ser arrogante y temperamental.
Su vida personal distó mucho de ser afortunada, su primer matrimonio
(1949), con el empresario G.B. Meneghini, rompió al cabo de 10 años, y
su posterior relación con el millonario griego Aristóteles Onassis
tampoco fue muy afortunada.
El declive de la carrera de Callas llegó en 1965, año en que anunció su
retiro de los escenarios a consecuencia de su frágil salud.
No obstante, en 1974, junto al tenor Giuseppe Di Stefano, realizó una
gira de conciertos por Europa, Estados Unidos y el Oriente.
Tras su retiro, María Callas se dedicó a la enseñanza musical hasta el
día de su muerte, acaecida hace 33 años, el 16 de septiembre de 1977;
mientras se encontraba sola en un departamento en el centro de París,
Francia. (Notimex)