Mazatlán. – Con el paso del tiempo, la capacitación y enseñanza le ha ayudado a la entrenadora Cristina Castillo a encaminar a los niños, jóvenes y adultos en la disciplina de natación, creando un estilo de vida y un desarrollo integral para ellos.
Una necesidad que surgió por transmitirle lo poco o mucho que sabía de este deporte a su hijo Andy Marroquín, quien ha sido de los jóvenes más destacados en este deporte en la última década del deporte, la llevó a meterse de lleno en este ámbito.
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¿Cómo inició su faceta como entrenadora en la natación?
“En realidad me inicié por accidente, tengo un hijo que es nadador y no tenía quien lo entrenara, se avienta uno sus pininos enseñando a los hijos, después me invitaron a tomar cursos, a capacitarme, después llegaron unas personas de Monterrey, Carlos Lara y su esposa, ellos me dieron la oportunidad de trabajar con ellos y de capacitarme de una manera correcta, aprender técnica, a partir de ahí tomé cursos y empezamos a trabajar”.
¿Qué representa para usted la natación?
“La natación es estilo de vida, salud, es un seguro de vida porque vivimos en el puerto, es como un idioma que tenemos aquí, directamente en Mazatlán, tenemos la playita, la alberca, es fundamental aprender a nadar”.
¿Cuál ha sido su aprendizaje en su carrera como entrenadora?
“Doy clases de aquaérobics también en club Cardones, hemos visto pasar a muchos niños, niños que ahora están compitiendo, que los hemos visto crecer, eso es bien muy bonito y es una de las cosas que más me gusta más de este trabajo, el hecho de empezar a enseñar a un niño, que flote, que aprenda, la formación, después los vamos pasando, hay personas más capacitadas para entrenar, pero es muy bonito decir que ese niño entrenó conmigo”.
Quiere que su sueño se haga realidad: Nado sincronizado
Entre sus inquietudes, Castillo confesó que siempre había querido ser maestra de nado sincronizado, factor que le ayudó a aventurarse en el estudio y la capacitación, pero aún no se ha cristalizado un proyecto en el puerto donde pueda exponer su talento y potencial.
“Tenía la inquietud de ser maestra de nado sincronizado, hace como seis años viajé a Monterrey, tomé el curso y estuve con unas chicas que se fueron a Juegos Olímpicos en ese momento, no se ha dado la oportunidad de desarrollarlo, pero ha sido una experiencia porque aprendes cosas nuevas”, comentó.
“En la Alberca Olímpica se tiene ese plan, es un proyecto que probablemente se pueda dar ahí, pero ahora me da miedo, veo que están con lo que se tiene que preparar la gente, a lo mejor no doy el ancho, pero si se diera el caso me aviento, no soy de las personas que no se animen, digamos en entrenamiento o enseñanza básica si podría aplicar”, agregó.
Destaca el interés de la sociedad mazatleca que asiste a la alberca ubicada en el Centro Deportivo Real Pacífico, a pesar de ser temporada baja no deja de asistir a hacer deporte.
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“Se nos llena muchísimo, pero llega a tal grado que hay gente haciendo fila para buscar un cupo”, finalizó.
