Beijing. La historia la escriben los ganadores y Michael Phelps redactó la suya de una manera impresionante durante los Juegos Olímpicos 2008. Se convirtió en el rey de unas espectaculares olimpiadas que atrajeron la mirada de todo el mundo a la natación y sus logros lo convirtieron en una superestrella, además de un súper atleta.
Fueron ocho medallas de oro las que se colgó Phelps en las categorías tanto individual como de relevos representando a Estados Unidos, y se convirtió en el boom mediático de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
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En total, Phelps ha conseguido 23 medallas de oro olímpicas entre Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016, llegando a ser considerado el mejor nadador de la historia a nivel mundial no solo en los Olímpicos, actualmente tiene 28 medallas entre oro, plata y bronce.
Con su octava victoria de la justa olímpica en el 2008, Michael Phelps superó el récord mundial impuesto por Mark Spitz, quien en Múnich 1972 logró el primer lugar en siete ocasiones.
La histórica hazaña comenzaría el 10 de agosto del 2008, con los 400 metros disputados a cuatro estilos, donde Phelps se impuso al final con un tiempo de cuatro minutos con tres segundos, asegurándose la primera medalla de oro en esa justa olímpica.
Al día siguiente, sin oportunidad para el descanso disputaría la final del 4×100 que consiguió con ayuda de sus compatriotas Cullen Jones, Jason Lezak y Garrett Weber-Gale, asegurando el oro para el país de las barras y las estrellas.
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El día 12 continuaría su reinado con la competencia de nado libre en los 200 metros, donde Michael se impuso Taehwan Park y su compatriota Peter Vanderkaay con un tiempo de 1 minuto 42 segundos, superando al segundo lugar por tan solo dos segundos.
Luego afrontó uno de los más complicados momentos que vivió en Beijing, primero asegurándose el oro en los 200 metros estilo mariposa, donde apenas consiguió ganarle al húngaro László Cseh, al cual logró batir por apenas un segundo, para después entrar más tarde a competir en los relevos de 4×200 metros, donde el equipo norteamericano logró adjudicarse el oro, el segundo de Michael Phelps ese día 13 de agosto de 2008.
Dos días después se volvería a ver las caras con László Cseh, que le aguantaría el ritmo en los 200 metros en cuatro estilos, pero que no le alcanzaría para cortar el dominio del norteamericano, pues al final la sexta medalla de oro llegaría a colgarse en el cuello del norteamericano, llevándose la categoría con un tiempo de 1:54.23.
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La penúltima medalla llegaría al día siguiente, cuando el serbio Milorad Čavić, veía cómo por un milisegundo Phelps le arrebataba el oro en los 100 metros estilo mariposa. Michael ya llegaba con un gran desgaste físico que le haría sufrir para llevarse este podio, el cual lo empataba con Mark Spitz, con siete medallas en unos mismos Juegos Olímpicos.
Cerraría su histórico y dominante recorrido por China al jugarse el oro en la categoría 4×100 metros en cuatro estilos, Brendan Hansen, Jason Lezak y Aarón Peirsol, serían los que acompañarían a Phelps al récord histórico con la octava medalla de oro en la competición, venciendo al equipo australiano con un segundo de diferencia.
Michael regresaría a Estados Unidos como un héroe nacional, tanto fue su impacto que según un estudio de ESIrg (Economics, Sport and Intangibles) de la Universidad de Navarra, Michael Phelps fue el rey mediático de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, por el número de noticias generadas en todo el mundo.
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Además, fue recibido y reconocido por el presidente de su país en aquel momento, George W. Bush, todo en merecimiento a su gran desempeño demostrado en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
