México.– Dejó de ser una zona de inestabilidad, y desde hace unas horas, la zona de baja presión que podría dar vida en los próximos días a la tormenta tropical “Roslyn” se sigue fortaleciendo en el Océano Pacífico.
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El sistema se reforzó a raíz de los remanentes de la tormenta “Julia” que viajó kilómetros y se disipó justo frente a Chiapas, pero tuvo potencial suficiente para dejar efectos tanto en el Pacífico como en el Golfo de México, en donde activó zonas de baja presión.
La ubicada en el Golfo de México ya con 60 por ciento de potencial para desarrollo ciclónico en cinco días, pero debido a que en esa zona las temperaturas del mar han disminuido, se prevé que no logre alcanzar mayor potencial.
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Pero no sucede lo mismo en el Pacífico, en este punto el agua del mar continúa registrando temperaturas altas, por lo que el Servicio Meteorológico Nacional no descarta la formación de un sistema ciclónico, y podría ser el número 17 de la temporada y asumirá el nombre de “Roslyn”.
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Al momento como zona de baja presión se ubica frente a las costas de Oaxaca y Chiapas y mantiene 10 por ciento de probabilidad para desarrollo ciclónico en 48 horas y de 30% en cinco días. Su desplazamiento es hacia el oeste de manera lenta aún.
Después de “Paine” que se formó muy lejos de costas mexicanas y que llegó justo cuando “Orlene” tocó tierra en Sinaloa como huracán categoría uno, sin dejar daños en esa zona, pero sí inundaciones en Nayarit y Jalisco, el Pacífico tuvo un receso días en la activación de una nueva zona de baja presión, pero esta se ha mantenido y aunque con variaciones, ya se le vigila por su potencial de desarrollo.
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La temporada de ciclones y huracanes concluye el 30 de noviembre y aunque las condiciones en las temperaturas han variado, todavía el mar tiene niveles para lograr desarrollar diversos sistemas, además para mantenerlos por mucho más tiempo debido también a la presencia de efectos de frentes fríos, canales de baja presión y otros sistemas que dan para alimentar este tipo de tormentas.
