Sinaloa. Marco Antonio Rivera “El Mocho”, de Guasave, Sinaloa, ha robado los corazones de los internautas, luego que un video de él se comienza a viralizar, tras pasar un trago amargo cuando lo único que buscaba era emprender una actividad económica para su sustento.
La triste historia de “El Mocho” comenzó días atrás cuando a través de las redes sociales se anunció como mandadero, con ilusión de ganarse un dinerito diario, con su trabajo y esfuerzo, que es demasiado al tratarse de una persona discapacitada.
Sin embargo, lo malo vino cuando alguien lo contactó presuntamente para solicitar de sus servicios; esto llenó de esperanza a Marco Antonio, pero lamentablemente lo único que sucedió fue que lo engañaron, y en lugar de ganar unos pesos, perdió mil pesos que por cierto había conseguido prestados.
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Una persona le pidió ir al OXXO y comprarle algunos productos como platos de plástico, galletas saladas, y algunas cuantas latas. Además de ello, “El Mocho” tuvo que comprar dos boletos de autobús.
“En la tarde recibí un mandato donde me dicen que le compre unos platos del OXXO, unas galletas, jugo Magi, jalapeños, ensalada de verduras,. Y aparte de eso me dijo que si le podía comprar un boleto de autobús, por OXXO Pay. Se lo compré. Estoy temblando del coraje, de la impotencia, porque uno quiere buscar para un sustento, un trabajo…”
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Lamentablemente, enseguida de adquirir tres boletos de autobús, la presunta persona que le ofreció una buena propina, se desapareció, lo bloqueo, dejando a “El Mocho”, únicamente con la deuda. Cabe precisar que cada boleto que adquirió fue de alrededor de 300 pesos.
“Le dije que no me alcanzaba, y me dijo ‘consíguelo me urge mucho el boleto, consíguelo ahí prestados y te voy a dar una buena propina’. Me bloqueó, del celular me bloqueó. Fui al OXXO a ver qué podía hacer con los pagos, a ver si se podía cancelar, a ver si se podía hacer algo, y me dijeron que no”.
Marco Antonio expresó con lágrimas en los ojos que era su primer mandato, luego de anunciarse e incluso entregar tarjetas con los servicios que él, con todo y su discapacidad, podía hacer a fin de obtener alguna ganancia económica. Se mostró desilusionado y sin ganas de seguir con esto.
“Mi primer mandado, mi primer cosa que iba a entregar, pedí el dinero prestado, pedí mil pesos prestados para comprar esto, y ahí quedó, ahora ¿cómo lo voy a pagar?.”.