?Dios me quitó un hijo, y me manda otro?

Culiacán,
Sin.- Al cumplirse el primer aniversario de la tragedia
ocurrida en el Jardín de Niños Luis Donaldo Colosio, en la comunidad  La Compuerta, perteneciente a  la sindicatura de Quila, familiares y vecinos
recuerdan con tristeza la muerte de los niños, Jesús Raúl Soto Ramírez y
Cristian Alid García Urrea.
En las calles se percibe  la angustia al recordar que un día jueves 16
de abril el destino les marcó la vida a estos dos angelitos, cuando un joven
que repartía agua se metió con su camioneta a la pequeña escuela y derribó el
salón, dejando entre los escombros a 7 niños que recibían clases.
La señora Patricia Ramírez, madre del pequeño Jesús
Raúl, tiene sentimientos encontrados porque este viernes Dios le regaló un
hijo a unas horas de que se cumpliera un
año del fallecimiento de su vástago.
Sentada en la sala de su casa, Patricia pide al
reportero respetar este momento tan íntimo para la familia,  al tiempo que agradece la visita.
Pero este primer año luctuoso llegó con más
sorpresas porque la señora Noemí Urrea,
mamá de Cristian Alid García, se enteró 
hace 15 días que tiene dos meses de embarazo.
A pesar de la pena que le embarga, ella acepta
confiar esta noticia que pocos saben en el pueblo.
En la casa de Noemí esta fecha los entristece
doblemente porque justamente el día que partió al cielo Cristian Alid, su padre
Cristian Saúl García cumple años de vida.
?No me lo esperaba, fue una sorpresa y estamos muy
contentos porque Dios nos mando otra bendición, me quito uno y llegará otro?.
¿Hoy cumple años su esposo?
Sí.
¿Hoy cumple un año que murió su hijo?
Sí, ya parece que son pocos días y ya hace un año
que no lo tengo conmigo?, dijo.
Por la mañana y por la tarde ambos matrimonios
acudieron al panteón para recordar los momentos felices que
pasaron en familia, comentó entre lágrimas
Noemí.
?Ya fui al panteón ahorita en la mañana y ahorita
vamos a volver a ir,
¿Que le llevó al pequeño?
Pues va uno y más que a llevar flores y velas, no
hay más que llevar?, expresó.
Don Fernando Ojeda Barraza señaló que este
acontecimiento marcó para siempre a los
habitantes de la comunidad La Compuerta que recuerdan esta fecha como si
hubiera sido ayer.
La pequeña escuelita fue destruida a petición de los
padres de familia y en el terreno baldío se colocó una cruz que siempre es
adornada con flores y veladoras en memoria de estos dos niños.
Ahora el preescolar Luis Donaldo Colosio Murrieta es
una moderna edificación con todas las comodidades para los educandos, pero el
único detalle es que a las autoridades se les olvidó gestionar ante la Comisión
Federal de Electricidad el servicio de luz, lo cual complica la impartición de
clases por el calor.EAM