Pittsburgh.- Si hay un entrenador enorme, debe ser Rex Ryan. Su personalidad fuerte y sus comentarios estrambóticos, quizá no tan absurdos dado lo logrado por sus Jets de Nueva York, atraen la atención sin importar el momento.
Si hay un quarterback más grande que la mayoría, literal y figurativamente, debe ser Ben Roethlisberger. No sólo porque mide 1,94 metros y pesa 109 kilogramos, más alto que algunos linebackers y más fuerte que casi cualquier otro en su posición, sino porque sus credenciales en el terreno de juego y sus problemas fuera de éste han sido, bueno, notables.
Los estridentes y orgullosos Jets (13-5) se enfrentan el domingo con los potentes Steelers (13-4) de Roethlisberger por el campeonato de la Conferencia Americana de la NFL. Aunque ambos equipos están dotados en abundancia con jugadores estelares, los mayores centros de atención serán el grandilocuente entrenador y el controversial quarterback.
”Pensaban que la semana pasada fue emotiva y todo eso”, dijo Ryan, refiriéndose a la victoria por 28 en Nueva Inglaterra que mejoró a 4-1 su foja de postemporada como entrenador de los Jets y llevó a su equipo a su segundo partido consecutivo por el título de la conferencia. ”Bueno, sólo esperen a esta semana”.
En estos días, después de que su equipo derrotó a Peyton Manning y los Colts, y posteriormente a Tom Brady y los Patriots, todo es acerca de Roethlisberger. Este es el cuarto juego del mariscal de campo por el campeonato de la Conferencia Americana en siete temporadas, y cuenta con dos anillos de Super Bowl.
Pero nunca ha tenido un año como el último, en el que apareció en muchos titulares de noticias que no tenían que ver con el fútbol americano.
Roethlisberger fue acusado en marzo de agresión sexual a una estudiante universitaria de 20 años, pero un fiscal en Georgia rechazó presentar cargos. El comisionado Roger Goodell suspendió al quarterback por cuatro juegos al inicio de la temporada del 2010 por violar la política de conducta personal de la liga.
La organización de los Steelers, entre las más respetadas en los deportes, estaba encolerizada por el comportamiento de Roethlisberger. Los aficionados de Pittsburgh se sintieron lastimados por su quarterback y señalaron que Manning y Brady nunca han traicionado la confianza de sus seguidores de esa manera.
¿Qué hizo Roethlisberger al respecto? Al parecer maduró. Y siguió ganando.
”Lo grandioso es que eso sucedió hace tanto tiempo que ya me olvidé de todo el asunto”, comentó. ”En este momento para mí no se trata de vivir en el pasado. Se trata de aquí y ahora y de este juego”.
Ah, el juego. Adivinen a que podrá reducirse: La maestría defensiva de Ryan contra la creatividad ofensiva de Roethlisberger.
Y además ambos lo saben. ”Prácticamente todo, desde sus coberturas a sus ataques relampagueantes hasta el correr con dos jugadores y buscar capturar al quarterback”, dijo Roethlisberger con respecto al reto que representan los Jets. ”Pueden ir a Indianápolis y derrotar a Peyton Manning e ir a Nueva Inglaterra y vencer a Tom Brady, quienes en mi opinión son los dos mejores quarterbacks de este deporte. No sé cómo tendré una oportunidad (de vencerlos) ”.
No hay que creerle. El tendrá muchas oportunidades. Los Steelers son favoritos por cuatro puntos para vengar la derrota por 22 ante los Jets el 19 de diciembre en el Heinz Field, cuando Roethlisberger guió a Pittsburgh hasta lo profundo de la zona roja de Nueva York antes de lanzar dos pases incompletos al final.
Antes de ese triunfo, los Jets tenían marca de 0-6 en Pittsburgh, que no contó en aquel juego con su safety estelar Troy Polamalu ni su tight end Heath Miller, pero ambos van a jugar el domingo.
