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Culiacán, Sinaloa.- Para el sector restaurantero de Culiacán ha sido un comienzo de año sumamente complicado con incrementos excesivos a los precios de sus principales insumos como el gas, la luz, limón, aceite, aguacate, frutas, y lo más preocupante, la cuarta ola de la variante Ómicron del COVID-19 que ha hecho más difícil superar la cuesta de enero, se quejó Miguel Taniyama Ceballos.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados, delegación Culiacán (Canirac), dijo con preocupación que tan solo en este mes las ventas han caído entre un 20 y 30 por ciento, lo que les impide aumentar los precios a la carta, porque eso provocaría no ser competitivos y solo ahuyentarían a los clientes.
“El tema del combustible sigue arrancando otros elementos, el aceite está por las nubes, ahora el aguacate y el limón están afectando bastante a los negocios, estás hablando de una arpilla de limones en mil 500 pesos, hacer reajustes de carta cada mes eso sólo ahuyentaría a nuestros clientes”, señaló.
Miguel Taniyama Ceballos admitió que la rápida propagación de la cepa Ómicron ha provocado ausentismo de empleados, sin embargo, no ha sido necesario el cierre temporal de restaurantes, ya que se compensa con la poca afluencia de comensales.
Finalmente, dijo que los socios siguen aguantando la embestida de la pandemia y los altos costos de los insumos derivados de la inflación, y todo por mantener la planta de trabajadores.
