Mazatlán, Sin.– A los 11 años, Pedro Pérez Morales perdió una pierna en accidente y esto terminó con su sueño de convertirse en elemento de la Secretaría de Marina Armada de México. A sus 17 años recibió una prótesis, y fue este mismo aparato el que lo llevó a trabajar en el Hospital Naval.
Sigue la información del sur de Sinaloa en la sección especial de Línea Directa
Con sus manos diseña y construye prótesis de pierna que brindan esperanza a personas que por alguna circunstancia sufrieron la amputación de una de sus extremidades inferiores, regresándoles a ellos las ganas de volver a retomar la vida activa antes de perder su extremidad.
Dedicado desde hace más de 31 años a esta actividad, Pedro cuenta que el interés de elaborar prótesis nació a sus 17 años, cuando recibió su primer apoyo funcional y más de alguna vez tuvo que repararla, luego algunas personas comenzaron a buscarlo para que las ayudara con las suyas.
“Es una gran felicidad para mí porque se está reactivando, experimenté la felicidad de ellos, de que ellos volvieran a caminar porque a muchos se les hace imposible volver a caminar, pero con una prótesis bien hecha se puede volver a reactivar, volver a caminar y volver a trabajar”.
Pedro Pérez Morales con una prótesis de pierna. Foto: Jenifer Flores
El protesista afirma que al mes construye entre 4 y 6 prótesis, y comparte que de pequeño nunca se imaginó que se dedicaría a esto, porque siempre soñó con ingresar a la Naval para ser marino, pero no pudo.
Sin embargo, la vida le dio la oportunidad de cumplir su sueño de ser parte de la Marina, ahora como protesista del Hospital Naval, lo que también le ha permitido trabajar para otros hospitales.
Hace unos días, Pedro Pérez y el Sistema DIF Mazatlán hicieron entrega de una prótesis a Giovanni Florentino, apoyo que vendrá a mejorar por mucho la vida del joven de 16 años.
Giovanni Florentino con su protesi de pierna. Foto: Jenifer Flores
En la entrega, explicó que la prótesis de Geovanny es transfemoral y el diseño del socket es el más moderno que hay en el mundo, pues trabaja utilizando los cuatro músculos flexores y aductores, lo que le permitirá tener una marcha más natural; es flexible y su contenedor es de fibra de carbono.
Nota sugerida: ¡Un gran ejemplo! A sus 56 años, don Leobardo se gradúa de Cobaes en Los Mochis y va por la universidad
Pedro Pérez es ejemplo de que aun en medio de la adversidad hay esperanzas. Por ello envío un mensaje a quienes están pasando por alguna situación similar, que cuando se quiere, se pueden cumplir incluso hasta los sueños que parecen imposibles.
