Los Mochis, Sin.- La noche de este jueves pudo ser para la mayoría, una noche cualquiera, sin embargo, en Los Mochis hay una familia y en especial un pequeño de 12 años que seguramente guardará en un lugar muy especial de su memoria las últimas horas del 6 de enero. El pequeño Ramón “N” de doce años de edad, delgado y nervioso, vestido de ropa casual y una gorra con la que intenta ocultar sus ojos de las cámaras que lo buscan, hizo su arribo al aeropuerto de la ciudad de Los Mochis minutos antes de las 20:00 horas, cargando a cuestas una historia dura pero con un final feliz.Hace dos años este pequeño fue raptado de una escuela de la colonia 72 y desde entonces su familia no sabía nada de él. Sin embargo, anoche esta historia dio un giro de 180 grados cuando recibidos por varios medios de comunicación y algunas autoridades que trabajaron en el caso, el pequeño Ramón pudo regresar a su casa en compañía de sus padres.La primera en hablar fue Dulce Selene, madre de Ramón y quien como puede suponerse, es la que más sufrió su ausencia durante estos largos dos años. Con la voz entrecortada y visiblemente emocionada dio a conocer como recibió la noticia de que su hijo estaba vivo y a punto de regresar.Luego de la llamada en que la familia fue notificada del paradero del joven por las autoridades de Villahermosa, Tabasco, se iniciaron las gestiones necesarias para traerlo y terminar así con esta pesadilla que inició en el 2009, curiosamente en enero.Confundido y nervioso, el pequeño dio unas palabras a los medios de comunicación y dijo que se fue bajo engaños y amenazas de muerte en contra de su familia; recordó los abusos a los que fue sometido por su captor a lo largo de los últimos dos años de su vida.La subprocuraduría de justicia en la zona norte, a cargo de Ramón Ignacio Rodrigo Castro, tuvo un papel preponderante en el desenlace de esta historia y fueron ellos quienes consiguieron los boletos de avión con lo que la familia se volvió a reunir.Minutos después de su llegada al aeropuerto y dejando atrás una etapa difícil de su vida, el pequeño Ramón acompañado de sus padres aborda un vehículo que lo llevara de vuelta a casa. Solo sus padres saben lo que se siente recuperarlo y solo este pequeño valiente conoce el sabor del hogar y de un regreso tan largamente anhelado.En Sinaloa aún hay muchas personas desaparecidas, muchas historias similares pero con finales aún inconclusos, y a todos, nos queda la esperanza de que esta sea apenas la primera de muchas que encuentre un feliz desenlace.
?Tras dos años de secuestro, regresa a casa
El pequeño Ramón volvió a su hogar la noche del jueves
Fuente: Internet