Mazatlán, Sin.- En 30 años, en Mazatlán se duplicó la población mientras que la mancha urbana creció cuatro veces, lo que refleja un crecimiento anárquico de la ciudad, aseguró Sara Topelson Freedman, ganadora del Premio Nacional de Arquitectura 2021.
Entrevistada previo al arranque del Congreso Nacional de Arquitectura “Elemental 2023”, la arquitecta dijo que en un desarrollo urbano ordenado el crecimiento de la población debe ir de la mano con el del territorio.
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Advirtió que en un crecimiento urbano desordenado, los ingresos por impuestos municipales nunca serán suficientes para impulsar el desarrollo.
“Vas a tener el doble de población, pero cuatro veces el territorio con el doble. Si cobraran impuestos prediales no te va a alcanzar para mantener cuatro veces el territorio; tiene que haber un ‘diálogo’ entre estas dos variables, la variable de crecimiento de población y la variable de crecimiento de territorio”.
Tiene Mazatlán un crecimiento urbano anárquico y desproporcionado: Sara Topelson
Topelson Freedman afirmó que para ordenar el desarrollo urbano tanto en el país como en ciudades como Mazatlán, no bastan las buenas intenciones, sino que los planes urbanos se deben convertir en leyes para que sean el instrumento rector y se pueda avanzar en ese sentido.
Quien es la primera mujer en ganar el Premio Nacional de Arquitectura también propuso la densidad urbana mesurada, un concepto que funciona como solución al crecimiento anárquico de las poblaciones, aprovechando los espacios potenciales de vivienda al máximo.
Tiene Mazatlán un crecimiento urbano anárquico y desproporcionado: Sara Topelson
“Yo creo que una densidad mesurada es muy buena, pensar en una ciudad que solo se construye de casitas es muy caro, de nuevo volvemos a los costos, ¿cuál ciudad es mejor?, pues una ciudad que esté hecha de edificios, de departamentos, pero en edificios de seis a ocho pisos”.
Destacó que Mazatlán tiene potencial para la densidad urbana y con creces, sin embargo, debe analizarse con un grupo de arquitectos, de ingenieros y especialistas y de urbanistas, para delimitar cuál es la “zona de protección” y cuál la “zona de crecimiento”, lo que lograría una plusvalía mayor.
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Otra de las propuestas de la académica para un desarrollo ordenado en el puerto, es hacerlo por segmentos con la protección necesaria de cada una de las zonas: la histórica, la del malecón y la hotelera.
“No conozco tan profundamente, pero yo haría planes parciales. Primero un plano urbano para toda la ciudad, y luego planes parciales para cada una de las zonas, para potencializar su valor, para potencializar su trascendencia a través del tiempo y su protección también a través del tiempo”.
