Mazatlán, Sin.- A paso lento y movimientos pausados, apoyado en un viejo carrito de mandado, don Filiberto Manuel Estrada recorre las calles de la colonia Constitución en busca de todo aquello que pueda vender en la recicladora, y sobrevivir un día más.
De ser uno de los mejores albañiles en su tiempo, pasó a la pepena de plásticos, botes de aluminio, fierro y hasta cartón.
A sus 84 años y con la pena de haber perdido a su esposa el pasado 1 de mayo, don Fili, como le gritan a su paso, se gana la vida honradamente.
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Cuando sus ojos no le permitieron ver más la hilada entre cada ladrillo que pegaba con mezcla, decidió buscar otra fuente de ingresos.
“Para salir adelante pepena, (junta) plástico, fierro, botes de aluminio y eso, hasta la F. Iturbe voy, donde está mi chamaco, que está enfermo”, explicó.
Quienes habitan en las colonias Constitución, Morelos, Olímpica, Benito Juárez, Villa Galaxia, Santa Elena y Esperanza, ya lo conocen y le guardan botellas de plástico, tapas y latas de aluminio.
Don Filiberto tuvo nueve hijos y aunque todos están al pendiente de él, no le gusta ser una carga para ellos, por lo que pese a que sus hijos se enojan porque sale a las calles a pepenar de la basura, a él le gusta ganarse la vida.
Y es que don Filiberto es un hombre relativamente sano, pues no padece enfermedad alguna, sin embargo, en ocasiones su cuerpo no le responde como debe de ser y pierde el equilibrio, lo que le ha provocado que al agacharse pierda el control de su cuerpo.
Este adulto mayor dice que mientras siga teniendo vida, continuará dando lo mejor de sí, y saca entre 50 y 70 pesos diarios, producto de su trabajo.
